domingo, 23 de diciembre de 2018

Tengo la esperanza de encontrar un sonido

Gilabert: Yo era un caradura porque me gustaba investigar. Con Seru Giran, por ejemplo, empecé con La Grasa de las capitales y me daban libertad para producir el sonido. Los músicos no opinaban mucho, confiaban en mi. Recuerdo que los Seru Giran vinieron con Grinbank a Ion y arreglaron un turno de grabación por varios días. Pero empecé a trabajar con ellos, proponía cosas y a todo me decían que si. Entonces fui para adelante y así salió el sonido de rotontons (de Oscar Moro), sin cámara ni nada, salvo las EMT famosas. Yo usaba la sala como ámbito sonoro. Por otro lado, los Seru Giran me dieron un arma tremenda que fue poder hacerle el sonido en vivo. Ahí vos escuchás como suena un grupo. Estaba en los ensayos y en los shows. Yo soy partidario de que lo que suena en el escenario se lleva al disco. Eso para mi es un principio fundamental.
Da Silva: Un día me llama Grinbank para decirme que Charly quería grabar su nuevo disco conmigo en Ion. Como yo sabía que Amilcar era su ingeniero antes de responder a Grinbank lo hablé con Amilcar y él me dijo que fuese para adelante. Lo único que me dijo fue :”cobrale caro” (risas). Así que cerraron el estudio durante una semana y al cuarto día ya teníamos grabado todo Piano Bar. Fue una grabación buenísima, con todos tocando en la sala, estaba los GIT y Fito Paez. Charly es un tipo que ve el cuadro completo antes de empezar a grabar una nota, ya sabía lo que quería antes de entrar al estudio.
Revista Rec or Play

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Algún día vas a ver al cretino gritar