jueves, 6 de agosto de 2020

Algún día vas a ver al cretino gritar

Los G.I.T viajaban a Ibiza para grabar su larga duración, Garcia se encargaría de producirlos y, como a fines de junio debía comenzar la gira española de Charly, el rosarino tenia que ser de la partida.
En Barcelona Fito pasaba los días encerrado en el cuarto de su hotel, frente al Barrio Gótico, leyendo un libro de Woody Allen. Fabiana se había quedado en Buenos Aires, en su casa de La Boca.
Una de esas noches Charly fue a escuchar a Celeste Carballo, que cantaba en un pub catalán.
- Por qué no nos vamos a algún lado? - le propuso Charly. Horas después viajaron a una playa.
Días mas tarde, reunidos todos en Ibiza - Garcia, Páez, Carballo, los G.I.T y el productor español Mariscal Romero - , tomando algo en el Cou, cita de la movida, se generó una discusión entre Charly y su productor. Las cosas no venían bien y la gira española de Garcia se redujo a una única presentación en la sucursal barcelonesa de Studio 54. Charly se sentía estafado.
“Una noche en Barcelona le dije a Celeste: “Loca, a vos no te pueden hacer esto, tipo salir de un recital y no tener un taxi, o bajar del escenario y que nadie te diga que estuviste bien, o que no haya un ramo de rosas en tu cuarto”. Entonces le propuse “vámonos”, y desaparecimos tres días”
“Este Mariscal esta copado con Celeste...ja! a buen puerto fue por leña. Una noche en el Cou, a propósito ella y yo nos gastamos a chupones. Solo para molestar al tipo. Él decía “oiga, yo también quiero estar en la fiesta”. “Vos no entrás en ninguna fiesta”, le contesté. Grinbank se enojó. Mariscal me decía “lo que pasa es que tu no te ubicas, aquí estamos en Europa”. Y yo le digo “perdoname, Europa termina en los Pirineos”. Y él: “es que tu no tienes imagen”. “Mirame la jeta”, le contesté. Ahí se pudrió todo y suspendimos la gira.
“Corazones en llamas” Laura Ramos / Cynthia Lejbowicz. Edit. Aguilar

Ah, te vi entre las luces!

-Cuando terminé con Sui Generis, empecé a ir a la oficina de Oscar López.
Había un Farfisa, nada del otro mundo, pero yo me llevaba los grabadores, me armé como un miniestudio. Ahí compuse "!Ah!, te vi entre las luces". El socio de Oscar López tenía discos de Genesis, que entonces no era muy escuchado acá: Trespass, Nursery Crime... Yo hice varias canciones como minióperas... Cambié. Tenía los instrumentos en el momento correcto, salió toda la parte clásica que llevaba adentro y me sentí como pez en el agua. Al primero que llamé fue a Moro. Escuchamos un LP de Herbie Hancock, Head-hunters, un tema que se llamaba "Camaleón" y le dije: "Esto es lo que quiero hacer”.
Charly García
“Rolling Stone” Nro 50. Mayo 2002

Noche de perros

“Desarrollé un método. Cada vez que me gustaba una canción, llamaba a un músico para que tocara esa música, lo grababa, y luego, sobre esa pista, preparaba mi parte vocal. Estudiaba la canción, trataba de asimilarla a mi estilo. llegado el caso, entraba en mi repertorio. Así fui preparando un concierto con nuestras canciones de Carly Simon, Joni Mitchell, Carlo King y aquel “Monday monday” de The Mamas & The Papas. Entre ellas había muchos temas que Charly siempre adoró , como “I feel the earth move”. Mir{e la lista completa y sentí un impulso. Un rato después estaba en Coronel Diaz pegando la hoja con los nombres de las canciones en la pared de su living. No le dije una palabra y me fui.
Pocos días después recibí un llamado de Juan Alberto Badia. No había lugar para el titubeo; al día siguiente tenia que estar en Canal 7, mas precisamente a las veintidós horas, preparada para hacer un mini recital con Charly Garcia. Por supuesto, el repertorio era la lista de canciones que le había pegado en la pared. . Nadie me explicó nada más. Mi plan original, pequeño y completamente íntimo , tomaba una dimensión inesperada. . Quedé atónita. Llena de nervios, confundida.
La idea de cantar esas canciones con Charly me encantaba. Al mismo tiempo, me habría gustado ensayar un poco para no caer completamente cruda al prime time de la televisión. Junté valor para ir al canal y, tal vez a propósito, llegué un poco tarde. Medio en babia. En la puerta del canal me crucé con Charly, que se subió a una combi llena de gente que lo esperaba. Estaba enojado. Yo me volví a casa caminando muy tranquilamente. Cuando finalmente caí me quise matar; me había perdido una oportunidad única , una hermosa locura”.
Maria Rosa Yorio
“Asesinenme” Maria Rosa Yorio. Edit. Planeta. 2019

Mirando las ruedas

“El viaje mas significativo para mi fue el del Unplugged del MTV a Miami. En cuanto a que él armo esa banda con las cuerdas y demás. El viaje fue agradable y en un punto tenso porque él estaba un poquito inestable, como que le copaba y no le copaba participar en MTV. Todos los que estábamos alrededor sabíamos que en cuanto entrase mal un cambio se podía ir todo a la mierda...Cuando llegamos estaba medio oscuro,como que no quiso curtir la ciudad, se quedó mas bien encerrado en el hotel. Y después, en el post, se enojó mucho porque los músicos se fueron de joda y él pretendía que todos lo acompañaran a ver el video del concierto. Que era lo que siempre hacía! Lo menos frecuente era que quisiera ir a un bar, pegarse un sartenzao, lo que cualquier banda de rock haría...Terminó el Unplugged y se subio a la limo a ver el concierto en la tele y así estuvo: horas viéndose arriba del auto. En la limo íbamos el iluminador y yo. Y estaba que trinaba. De muy mal humor. pasaba el video y hablaba. Y así todo el tiempo.
Francisco Cedran
“100 veces Charly” Jose Bellas / Fernando Garcia. Ediciones B

El amor espera

“Yo había dejado en manos de Charly la producción del disco, porque lo considero muy idóneo para eso, pero a la vez me sentía en el papel de cable a tierra de él. Eso sucedía por una lógica de comportamiento mas que de intención.
Probablemente Charly piense otras cosas de todo esto. Mi forma de ir al frente es muy diferente. Mi egomanía también es diferente: no quiero figurar en la tapa de la Rolling Stone, no tengo ambiciones que para mí son burdas. Me interesa una vida desde el seno de mis hijos hacia la música, en una relación directa o si se quiere estimulada entre una cosa y la otra. Desde el punto de vista de Charly quizás yo sea un personaje con miedo a ciertas cosas. Sobre todo tengo miedo a hacer el ridículo, y él no le tiene miedo a eso.
Durante el tiempo que trabajamos juntos yo me sentí muy necesitado. Traté de estar cuando él me necesitaba, pero después me sentí rechazado y me dolió mucho. Pensé que había cometido un gran error al acercarme a él para hacer un proyecto. Tolero que nos veamos para compartir una charla intima, sin chupamedias de turno, pero no podemos embarcarnos en un proyecto porque quedaron un montón de cosas no resueltas. Creo que me tiene una especie de celo ancestral y pareciera que nunca se dió cuenta de lo mucho que lo admiro. Algo de eso hubo en los rayes que tuvimos. Como si el fuera el único en papel de admirador, mientras yo no encontraba la manera de hacerle entender que también me puedo mear con sus canciones. Desde hace unos años Charly me viene invitando regularmente a que hagamos algo, pero yo me rehúso porque no quiero vivir su entorno”.
“Spinetta. Crónica e iluminaciones”. Luis A. Spinetta / Eduardo Berti.

Vos sos Dios, vos sos gardel, vos sos lo más.

El 23 de octubre de 2001, Charly cumplió 50 años. “Es a la medianoche, en el Say No More Bar de El Salvador 4714, entre Armenia y Gurruchaga”, me dijo el Zorrito Quintiero por teléfono.
“Al entrar al lugar, el Artista ya ocupaba el escenario con una camisa roja abierta, anteojos alargados de marco negro y el pelo hasta los hombros, junto a Mario Serra, Diego Murray, Mariela Chintalo y Maria Gabriela, quienes conformaban su banda de entonces”. “Al verme entre la gente, García me hizo señas para que subiese por uno de los costados. Interpretaba “In my life”, cerrando sus ojos en la parte instrumental del piano. Se lo veía como iluminado, afianzado en la categoría de ídolo popular. Un simple vistazo hacia proveer que a futuro iban a existir estaciones de subte o avenidas con su nombre y que, quizás, su imagen alcanzaría mas peso que la del Gardel actual”.
- Chaaaarlyyy, tocá “Fantasy”!!! - gritó una chica por décima vez.
- ¡Callate, lechuza! - retrucó él por el micrófono.
Los flashes fotográficos que partían desde el publico refractaban sobre el escenario. “No me saquen mas fotos, ¡hagan como si ustedes también fuesen famosos!”, les gritó García, ingenioso.
Solemne, el Líder Carismático, definió la próxima formación que lo acompañaría: “Que vengan Cerati, Pedrito y Fernando, que llegó de España”. Serra me cedió los palillos, Pedro Aznar ingreso con un Rickenbaker color crema, Gustavo enchufó una guitarra en el amplificador de atrás y, sin mediar palabras, comenzó “Dear Prudence”, que precedió a otros clásicos de The Beatles y al “El día que apagaron la luz”. Cerati, balanceándose al ritmo, acompañó cada compás con arpegios precisos, mientras Pedro armonizaba voces de otros chakras o galaxias. Luego subieron Maria Gabriela y Fabian, e hicimos “Shisyastawuman”, la leboniana “Dos edificios dorados” y una extensa “Fanky”. El Artista se mostraba feliz, diciéndoles a los fans que “ustedes son creaciones mías” y volviéndolo loco a su asistente Gabriel Ganem, antes de estrenar “Influence”, una canción del norteamericano Todd Rudgren que versionó en español.
Mas tarde, apretados en los camarines, García me tomó del brazo con sus garras de uñas pintadas de negro. ¡Voy a filmar un dvd, man. Soy un genio, soy lo más. Traéte el bandoneón al Coliseo y hacemos el Extraño...Uuuhhh”, dijo perforándome el tímpano e inundándome de olor a Jack Daniel’s, antes de volver al escenario, declarar que “Say No More se la re banca” y arrojarse al público de cabeza, como si lo hiciese a una piscina. Por supuesto, salió ileso.
“Mientras otros duermen” Fernando Samalea. Sudamericana. 2017

No es de papel, es de verdad

“Cuando Jorge Alvarez nos dijo que íbamos a grabar un long play, yo por supuesto no le creí porque ya me lo habían dicho en tantas grabadoras que íbamos a grabar y finalmente nunca pasaba nada. Pero, pasó. A la semana siguiente estábamos en un estudio con una guitarra, me acuerdo que tenia todas las cuerdas mal y no teníamos ningún instrumento, salvo la flauta de Nito, el piano que había en Phonalex, que no me gustaba como sonaba y le puse chinches. De ahí en mas quedó un piano con chinches. porque había dos pianos. Estaba el de cola y el vertical. Entonces al vertical yo le puse las chinches. De ahí en mas, todas las grabaciones que vos escuchas de La Pesada, de todos los discos de esa época, tienen ese piano con chinches.
Y bueno, empezamos a grabar. Un poco jugando no, porque realmente no había ninguna experiencia en ese tipo. Algunas grabaciones que yo había hecho por mi cuenta. Y con los músicos que había ahí. Los músicos que conocía yo. Claudio Gabis, un poco. Habia una especie de prejuicio con nosotros de movida, porque la música que hacíamos nosotros no tenia nada que ver con la pesadez que reinaba en esa época. Entonces un poco tuve que grabar con los pesados. Con Alejandro Medica, Claudio Gabis, Pinchevsky. Costó un poco pero salió el disco. Yo creo que es un disco que, a pesar de que esta mal grabado y que tiene desafinaciones y cosas que no están en clima con las canciones, tiene un valor bastante importante por haber salido en esa época que, digamos, la música era otra cosa. Fue como algo nuevo para la época”.
Canción para mi muerte: “Me acuerdo que la hice cuando estaba en el servicio militar. Me acuerdo que estaba en el hospital militar, había tenido unos problemas, digamos, de salud y un poco inspirándome con todo el clima del hospital y todas esas historias, hice una canción para la muerte, que en el fondo es optimista pero en el momento reflejaba todo lo que sentía. Fue el ultimo tema que compuse antes de grabar “Vida”. Todos los demás temas eran temas que yo había empezado a hacer digamos a los 15, 16 años. Este fue el ultimo que hice y me acuerdo que Alvarez, de movida, fue el que mas le impresionó y a mi también me gustaba mucho, quizás porque era nuevo. Entonces entre los dos dijimos, “bueno, este es el tema digamos, pasar por la radio”.
Mariel y el Capitan: “Mariel la hice porque, me acuerdo que un día estaba tocando el piano, se abrió la puerta en la casa de mis padres, se abrió la puerta de mi habitación y entro un tipo totalmente enfurecido - “te voy a cortar las manos si seguís tocando!” - yo me asusté muchísimo no, me quería cortar las manos porque tocaba y no le gustaba, entonces ahí tomé conciencia del asunto de los consorcios y todo eso. Entonces ahí surgió el tema.
Natalio Ruiz: “la escribió Carlos Piegari y fue una canción que hicimos unos tres años antes que se grabara el long play y habla un poco de la gente que vivía en el barrio donde vivía él.
Cuando comenzamos a nacer: “la escribí en 5 minutos esa canción. Habia un sentimiento muy fuerte atrás de eso y salio así, muy fluido”
Quizás porque: “no sé, es una canción de amor y me llevó un poco mas de tiempo escribirla porque lo primero me salio enseguida pero toda la forma de la canción se la tuve que dar de a poquito”
Dime quien me lo robo: “es un tema que lo escribí, digamos, cuando tenia ganas de salir un poco a ver el mundo por mi cuenta. Entonces cuenta un poco el enfrentamiento de los dos mundos, el que se vive dentro de una casa y el que esta afuera. De este enfrentamiento salio la canción.”
“Entrevista Radio del Plata”. 1979

Algún día vas a ver al cretino gritar