viernes, 22 de noviembre de 2019

Bancate ese defecto

El lugar de la foto de Clics Modernos quedaba entre el Village y el Bowery de Nueva York. Es un lugar por el que pasábamos mucho y esa imagen en la pared era un poco icónica de la ciudad en esa época. Todos estábamos familiarizados. En la pared ya estaba escrito Modern Clix, que para la lectura de un neoyorkino tiene una connotación con la palabra clítoris. Fue Uberto Sagramoso el que llevó a Charly hasta ahí, seguramente lo hizo porque vivía cerca, en la tierra de nadie. Yo hice las fotos del sobre interno, que es muy poco conocido. Son todas polaroids que Charly me pidió le hiciera. Le inventé todo el look. Lo de la nariz se me quedó pegado por la letra “no es culpa tuya si la nariz no hace juego en tu cara”, de tanto que la había escuchado en las sesiones de grabación. Las polaroids las hicimos en un loft que Charly tenia alquilado cerca del estudio de Joe Blaney. Estábamos ahí todo el tiempo. Compré pintura blanca y le armé esa nariz con cartulina. El cazó las ideas al toque. Después se trajo las fotos a Buenos Aires para armar el disco y ahí les perdí el rastro.
Ada Moreno
“100 veces Charly” Jose Bellas / Fernando Garcia. Ediciones B. 2016

Mundo agradable

“La grabación de Seru 92’ fue algo muy fuerte - rememora David - fue terrible porque estábamos peleados todos con todos.
En realidad primero nos juntamos y después nos peleamos. O sea, la idea empezó en el 91’. Yo estaba en Miami, Pedro estaba con Pat Metheny, Charly no sé si estaba internado o andaba por ahí, y Morito,bueno, esperando algo. Entonces empezamos a hablarnos por teléfono. Yo tenía mucho miedo de que la gente pensara que nos juntábamos por la plata. Y no quería hacer un revival, quería hacer algo nuevo. Entonces, la idea, para que no se pareciera a un revival, fue hacer un disco antes. Un disco con temas nuevos de Seru para no ir al estadio a tocar sólo temas viejos. Y cuando legamos acá (Estudios Del Cielito) Charly estaba...no sé si mal o bien, no sé como decirlo, estaba...con un estado, Pedro estaba con otro, Capítan Titarelli Moro, estaba con otro y...cada uno venía de su historia. Yo venia de Miami. Así que empezó a haber roces y cuestiones , que este tema no, que esta canción sí, que papapa. Gustavo (Gauvry), pobre, ya no daba mas.
Gustavo no fue el técnico, pero estaba. Y los técnicos, pobres, no sé donde estarán ahora. Internados, no sé. Lo que pasa es que los técnicos pueden laburar si se respeta cierto horario y Charly es un tipo que te tenía las 24 horas despierto, viste, porque no paraba. era”sigamos y sigamos y sigamos”.
Grabábamos de a pedazos. Pedro y Charly incluso tuvieron una pelea muy fuerte, el resto del disco no pudieron terminarlo juntos, Entonces, en un momento dado, lo invitan a Charly a participar de un festival de música en Francia. Cuando nos enteramos que se va dijimos ¡Yes! ¡Buenisimo, boludo!Hasta los plomos estaba contentos.Pero resulta que el flaco llega al aeropuerto y se compra un poncho, un mate y una botella de Jack Daniels. Se pinta la mitad de la cara con la bandera francesa y la otra mitad con la bandera argentina. Así sube al avión. Sube al avión en pedo y dice:”ustedes son todos unos pelotudos, yo soy el mejor de todos”. Y bueno, obviamente el capitán del avión dijo: “este muchacho no viaja”. lo bajaron. Después se escapa del remise en el que lo llevaba Quebracho, su asistente, y se sube a un auto...de cualquiera...podría haber sido el tuyo ponele. Saca el casete que estas personas estaban escuchando, pone el de Seru Giran y les dice “llevenme al Cielito”. Nosotros estábamos acá, en plena grabación, cuando de repente aparece. No lo podíamos creer. Cada uno hizo chu chu chu y desaparecieron todos. Gustavo estaba ahí - señala un rincón del estudio de grabación - levantando cintas para guardarlas bajo llave porque no se sabia, viste, si el flaco las podía llegar a quemar, estando él cualquier cosa podía pasar. Y Charly, que venia feliz, en tren de joda, pensando que se trataba de un plomo de él llamado la Bruja, va y le pega una patada en el culo a Gustavo. Gustavo esta así - hace un gesto con los puños y los ojos cerrados, como d furia contenida - y se da vuelta como diciendo, “escuchame gil, que te pasa”. después me dijo “no le pegue porque era Charly”. Otro día eran las ocho de la mañana y estaba Moro , totalmente en pedo, diciéndole al jardinero - tuerce la boca y arrastra las palabras - “apagá la maquina”. Y Charly con un micrófono haciendo así - hace con los brazos un gesto revoleando algo, como boleadoras - , en el parque, para dar un efecto de no sé que cosa. Y yo los ví y dije “estos están todos locos”. para que yo lo diga, imaginate. Bueno, así era mas o menos el clima de la grabación. Ahora, vos escuchas el disco y está buenísimo.
David Lebon
“Del Cielito. el sello del rock” Candelaria Kristof . Inamu. 2016

Al almuerzo con los cerdos

Sobre su visita al programa de Mirtha Legrand en 1978:
“A ese programa no fui solamente yo. Milton Nascimento, que para la revista Expresso Imaginario, es la voz de de Latinoamerica, también fue, y nadie lo criticó por eso. Yo no fui para promocionarme sino para mostrar la música un poco fuera del contexto al cual la gente está habituada: simplemente para mostrar la cara que tengo a un montón de gente que nunca va a verme, una forma de decirles.: “vengan a los recitales que está todo bien”. Creo que se entiende. Si yo fuera un día al programa de Mirtha Legrand, otro día al de (Orlando) Marconi y estuviese todo el tiempo en algún programa, mas bien que se justificaría que digan que me gusta ese ambiente. Te digo que yo fui al programa de Mirtha Legrand y estaba durisimo porque no podes estar pensando en lo que te pregunta ella y contestarle algo coherente, o dialogar con los dueños del Regine’s y con el millonario no sé quien. Fue simplemente una manera de decir: “esta noche va a haber un recital nuestro, vengan, venga señora”. Me parece super prejuicioso no ir nunca a Mirtha Legrand y vivir encanutado. Me llamaron para ir y yo fui. No tengo nada para esconder...
“Yo fui con el disco. Se lo regalé a Mirtha Legrand y ella me dijo “Uy, esto se parece a la tapa de una revista” Y le contesté: “No señora, lo que pasa es que pusimos las fotos y los títulos y quedo así”. Es obvio que le estoy mintiendo! En ultima instancia si te invitan a ir y no vas es como decirles: “Sí señora, yo soy lo que piensa usted de mi”. No es que va Charly Garcia porque Charly Garcia es la estrella del rock y quiere ir. Si hubiesen llamado a León, a Raul o al baterista de Madre Atómica hubiera sido lo mismo. Era alguien de nosotros compartiendo una cosa que ven miles de personas. Otra cosa es ir y que te digan: “mirá Charly, en este programa vos tenés que decir es una porquería, que el pelo largo es sucio y que hay que vestirse de traje”. Pero yo no dije eso, yo fui a promocionar un evento que iba a pasar esa noche. Yo siempre estoy como cagándome un poco en los prejuicios y eso me tira mucha gente en contra, lo sé; pero alguien tiene que hacerlo porque si nos quedamos todos en la cueva no pasa nada...”
Charly Garcia
Revista Expresso Imaginario. N° 45. Abril 1980

30 denarios

“Lo vamos a visitar a Celasco, que era el dueño de Music Hall, con Oscar Lopez, que fue mucho tiempo representante de Charly. Y cuando entro a la oficina de Celasco me dice - Que haces Billy!Desde que te fuiste vos aquel el disco no anda, no vendemos un carajo, acá el rocanrol se fue a la puta que lo parió! - Ahí dije, podemos hacer algo, hagamos una cosa rápida, pero yo no puedo porque tengo toda mi vida hecha en Brasil, pero te puedo ayudar, hagamos un sello y contratemos gente nueva y Oscar, que vive aquí, yo lo produzco y Oscar lo administra produciendo ejecutivamente. Que era mas o menos el doblete Alvarez / Billy Bond.
Yo me había enterado que Oscar se había agarrado a trompadas con Charly. Charly le decía que Oscar era un ladrón, Oscar le decía que Charly era un pelotudo que se drogaba el día entero. Cosas de matrimonio, que yo no me quería meter porque soy amigo de los dos.Yo sabia que Charly estaba sin grabadora, entonces le digo a Celasco - Cuanta mosca hay, que creo que consigo alguna cosa - Y que sé yo, cuanto necesitas? - Y mirá, a los artistas hay que darles un adelanto y darle plata para hacer un disco de lo que consiga - Bueno, gastate 200 lucas - me dice .
Me lo vengo a ver a Charly a San Telmo, que estaba viviendo con Zoca, le golpeo la puerta, sale Charly de pijama a las 10 de la mañana. Le digo, sentate, querés hacer un disco? Mirá, tengo una plata que Celasco me está adelantando. Cuanta plata necesitas adelantada, que le sacamos un disco tuyo. Que tenés para hacer? - Tengo la idea de Seru Giran, conseguime 40 mil dolares. Cerralo, jugate -.
Lo fui a ver a Nito, a la calle Cabildo, le digo - estas sin grabadora, cuanta guita necesitas adelantada y yo arranco la guita para hacer un long play - 20 lucas esta bien, me dice -. Yo sabia que Pastoral también estaba sin grabadora, los voy a ver, yo no los conocía pero ellos sí a mi, les digo cuanto necesitan para hacer el disco - 10 lucas, con eso lo hacemos - bueno, fenómeno, me junto con Lopez y Celasco y fundamos un sello que se llamaba Sazam Records. Celasco me dice, venite mañana que tenes la mosca. Al otro día estábamos todos en fila en la puerta, me abre y yo pensaba - este tipo no va la va a tener (la guita) - Entonces el tipo se da vuelta en su escritorio, pela una maleta y estaban las 200 lucas ahí.
Estaban todos los pibes para firmar, los contratos estaban, cada uno se llevó su parte. Yo no podía quedarme aquí para producirlos, entonces le digo a Charly, te voy a producir en Brasil. A Charly lo produje en Brasil y lo mezcle en Estados Unidos. El de Nito y Pastoral lo produje en Brasil y lo mezcle en Brasil y los mastericé en Estados Unidos. Entonces vine con 3 masters para lanzar el sello Sazam Recods. Ahí arranca la historia de Seru Giran.”
“Nosotros empezamos a grabar el LP de Seru, y surgieron temas que no estaban de acuerdo con lo que Charly le quería dar. Entonces se grababan cosas como esta (“Loco, no te sobra una moneda”) que eran como prácticas para zapar en el estudio, para calentar y esas cosas, y hay una serie, 2 o 3 temas, que son productos de zapadas o de joda, que están en ese lp de Jets. Me olvidé de decir que Celasco me pide un LP mio también. Entonces, como yo le tenia que entregar un LP a él, cuando veía los temas que no le correspondían al estilo de Seru Giran, que eran mas sofisticado, la idea de los chicos era que no fuera tan rocanrol, esos temas me combinaban bien a mi, yo le pedía a los chicos si podía cantarlos y me los cedieron. No es que el LP de Jets es Billy Bond y Seru Giran, hay algunos temas que están los chicos y hay temas que están los chicos pero encima de ellos hay otro guitarrista, por ahi Aznar es el bajo y Moro la batería, pero el violero no es David. Mucha gente de Rita Lee tocó. Esa es la verdad de la milanesa. En 10 temas hay 2 o 3 temas en los que Seru toca, pero eso forma parte de la leyenda”.
Billy Bond
“Rebeldes, soñadores y fugitivos”. AM 750. 21/03/2016

Yo solo tengo esta pobre antena

Fito: “...en algún momento también me gustaría hacer una especie de ápice del libro donde se explique exactamente cuando Garcia saca la tercera mayor y menor de la música...para mí eso tiene un significante. No se hace en cualquier momento, está ligado a un montón de temas, algunos íntimos y otros estéticos. Hay misterios ahí, digo....Do mayor. “estoy contento, hola! ¡que lindo día es hoy!”. Do mayor. Y si estás con resacote tocá esto (Do menor) : “ay, que día triste, no tomo nunca mas, no tomo nunca mas...”. “Hasta que García toca así (toca un acorde sin terceras). O sea: “no sé” “que sexo tenés?” sos chica?” “Mmmm...un poco” “sos chico?””Mmmm...también, un poquito y también no sé nada...”Entonces cada uno puede jugar allí. esto no es pavada (toca un fragmento de “Yendo de la cama al living”). Esta allí eso, no es una boludez (toca un fragmento de “Bancate ese defecto”). Ahí tenés la cuarta. Ves? Entonces: como sería en mayor? (toca los ejemplos usando do mayor) No va porque no tiene tensión eso. Menor tampoco va. Él canta la séptima. esta es dramática, por ejemplo (toca). Demasiado. Entonces él pone la que hay que poner, la cuarta, sin sexo. La de Pete Townshemd, la rockera.
Gillespie: la rockera y ambigua. No sabés para donde va.
Fito: Y bueno, eso tensa. Que tensa? Habia muchas cosas que tensaban en esos años. No vamos a hacer apología de nada acá, pero digo: abierto. No sé, medio durito también. Entonces eso está también allí en la música de él y esas cosas me parece que está bueno analizarlas, porque Garcia hizo todo en un sentido... Cuando empezaron a romper las bolas con esto de que no hacía mas canciones. La burguesía se asustaba con los temas nuevos de García. Boludo, ya hizo todas las canciones! Entendés? Mas canciones querés? Andá a escuchas los discos viejos, hay dos mil que no conocés. Entonces empieza a jugar con “Kurosawa”, se mete en ION, pone las luces, mete instrumentos, pasa una orquesta por un Marshall...O sea, se gasta doscientos mil mangos en una orquesta que despues pasa por un Marshall distorsionado.
Pero, a la vez, Charly ha sido un chaman de nuestra tribu argentina y ahí los meto a todos. Entonces puede ser muy hermoso como él revele o como nos cuente, una vez mas...Siempre pidiendolé a él las cosas no? Pero tiene una clave, una llave de cosas muy profundas y mucho humor aparte. Así el canal es todavia mas rápido, más directo”
Fito Paez
“Salsipuedes. Historias del rock argentino”. Gillespie. Planeta. 2016

Y no olvides que yo soy...la hija de la lagrima

“Un tiempo después, Telefe invitó a Charly a cubrir un recital de Elton John en Barcelona. Otra vez me pidió que lo acompañara. Y...vamos.
Em Barcelona nos esperaba el productor de Telefe y un camarógrafo. Dejamos nuestras cosas en el hotel y nos fuimos a la playa de Sitges, donde hay mucha marcha bala. Fue terrible; estaba lleno de argentinos cholulos pidiéndole autógrafos a Charly y queriendo venderle cosas ilegales...A la noche nos fuimos a cenar a la casa de otros argentinos que nos habían invitado. Se hacía tarde y me quise ir , pero Charly no. Entonces el duelo de casa me dijo con su mejor acento catalan argento:
- Tú quedate tranquilo, yo lo llevo en un rato.
Viendo el panorama, no me quede nada tranquilo. Igual, fui a la estación de trenes y me tomé uno de regreso al hotel. Cuando me levanté a la mañana, Charly no había vuelto. A las cinco de la tarde teníamos que estar en el lobby del hotel para ir al mini estadio del Barcelona, que está pegado al Nou Camp. El productor me preguntaba y yo no tenía ni idea. Estábamos todos desesperados, porque nos habían llevado con la condición de que Charly hiciera los comentarios. Como siempre, al filo de la navaja, a las cuatro y media de la tarde en punto, apareció Charly con el tío argentino, pálido porque había sido una noche muy difícil. Claro, bancátela. Según él, Charly había muerto por un rato, onda Victor Sueiro. ¡Que suerte que resucitó antes de las cuatro y media!
El recital fue un bodrio espantoso. Cuando por fin terminó, nos fuimos a caminar por la rambla. En eso vemos a dos mujeres gritando y forcejeando. Charly encara para ahí, casi se les pone al lado. Entonces, una de las minas le pega un cachetazo a la otra y le dice:
- Y no olvides que yo soy la hija de la lágrima.
Casi inmediatamente Charly se dió vuelta y me miró.
- Así se va a llamar mi próximo disco. Y queda claro que lo hizo. O no?
“I´m Zorry”. Fabian Von Quintiero. Planeta. 2014

Nunca podrás tocarme, solo verme en un papel

“...cuando regresé al país mi intención era poder desarrollarme profesionalmente como fotógrafa, así que empece a trabajar en un lugar que se llamaba The Image Bank. Tenia diecisiete años, era empleada y un día aparecieron unas personas de un estudio de diseño y fotografía. Venían de parte de Grinbank. eran el diseñador Claudio Ponieman y, si mal no recuerdo, mi gran amiga y fotógrafa Andy Cherniavsky; estaban trabajando en el arte de un nuevo disco de Seru, que finalmente fue Peperina.
La cuestión es que querían fotos de archivo y entre ellas estaba la de la niña que come unos frijoles con salsa, sobre un mantel, que finalmente fue la imagen de la tapa del disco. No recuerdo si esa chica era brasileña o ucraniana. pero si sé que no era argentina (no fue una foto producida acá). La eligieron Andy y Claudio - aunque tal vez se la presentaron a Charly o a los cuatro y ahí recién dieron el visto bueno, no sé - y a mí me causaba mucha emoción que esa imagen, salida de ese lugar, fuera a convertirse en la foto de la tapa de un disco tan hermoso.
Tampoco sé a ciencia cierta si fueron en busca de una imagen con esos parámetros particulares pero intuyo que querían una foto de alguien joven, para relacionar la canción Peperina con la imagen de una chica.
Luego pasé a ser amiga y compañera fotográfica de Andy. las cosas se fueron dando, eran mis primeras conexiones con gente que estaba abocada a la imagen y al rock.”
Hilda Lizarazu
“Serú Girán. La historia” Walter Domingez- Planeta. 2018

Ojos de video tape

“Tuvimos nuestros merecidos “quince minutos de fama” al debutar en directo durante la transmisión que una cadena norteamericana realizo en nuestro país. El programa -Today Show- tenia una audiencia estimada en diez millones de espectadores , de costa a costa. Nadie le restó importancia al hecho de estar allí. Ese día la NBC cubriría notas relacionadas con la Argentina, incluyendo ingredientes musicales locales, y Charly decidió mostrar “Nos siguen pegando abajo”. La vida suele sorprendernos. Jamas hubiese imaginado tocar por primera vez con Charly en Plaza de Mayo, con la Casa Rosada adelante y el Cabildo de fondo. ¡Y mucho menos, a las once de la mañana!
“Casi todos sin dormir, cargando trajines de la noche anterior, esperamos el momento de subir al pequeño escenario montado a un costado de la Pirámide de Mayo sentados sobre unos bancos de ladrillo.” “Sentado en el teclado, Charly dió un breve reportaje en inglés al simpático locutor mulato. Al terminar la entrevista, un milisegundo antes de que diese la cuenta de cuatro con mis palillos, volteó la vista hacia nosotros y gritó, sonriente: “Héroe por un minuto!”. Apreté el play en la batería electrónica, dando rienda suelta a claps, y hi hats sincopados de la intro, Richard arremetió con el riff en 7/8 y, tras el break de tom toms, entramos en la canción con todo lo que teníamos. Andrés podía reproducir fielmente los arreglos, así como Melingo apoyaba cada frase con su saxo. Apenas escuché “ella es menor, él es normal y lo que están haciendo es un pecado mortal” con inusitada claridad en el monitoreo, supe que todo iría por su cauce. ¡Estrenaba una nueva era y me sentía realmente feliz!
“Que es un long play” Fernando Samalea. Sudamericana.

Tomando te de Peperina

“Creo que fue en la presentación de La Grasa de las Capitales, te empezaste a bandear (ya no dabas mas). Hiciste una pésima, actuación, borracho y te sacaste la camisa por la bragueta simulando un pene. No terminabas los temas y cantabas mal, te estabas dando cuenta, quizás, tierno y díscolo de que el rock a nadie salva, sino que al contrario, puede hundirte, reventarte.”
Terminaste de actuar, yo estaba tomando té, tu representante se me acercó y me dijo: Charly te invita a comer asado. Yo estaba a la defensiva, había visto el brillito en tus ojos y la espuma en tus colmillos. El Oscarcito Feldan, gran amigo, me dijo: anda, ocupá tu lugar.
Fui, habían juntado unas mesas. Los platos y los cubiertos dispuestos sencillamente para pocos comensales. Estaban los cuatro Serú, tu representante, Mario Luna y su novia y los directivos de Atenas. Yo estaba inflada y dije: me siento con gente coherente (entonces me puse al lado de los viejos directivos de Atenas). Charly había puesto al lado de él un plato para mi. Él, Lebon, Moro y Pedro empezaron a chistar - vení, vení para acá.
Me paré y fui para donde estaban. Pero no me senté al lado de Charly, sino la lado de su representante. Me cautivaron sos ojos, lo confieso, siempre me movilizaron los judíos. Los imagino recién salidos de campos de concentración, torturados, triturados, esa palidez, esa serenidad casi de calvario, esa resignación, esa melancolía y esa fuerza que les viene de Jehová y los hace impredecibles. Comencé a hablar con Daniel, me contó que empezó a estudiar sociología y que le gustaba e cine.
Charly empezó a provocarme. Y se armó. -Vos so hippie - me dijo, todavia crees en el amor y los ideales. esto es un negocio (se reía histérico). - Vos sos un payaso - le dije, y voy a escribir que tu recital fue una mierda. - Vos te venís a curtir el interior.
Se indignó. - Sobre que te invito a comer asado pensás escribir mal de mi? Después empezó a burlarse de los M.I.A, a quienes yo acababa de poner como modelo de familia, arte y economía (se acuerdan de la onda cooperativa de los Vitale?). -Yo soy papa Donvi, ella es Mama Vitale, y así señalaba de uno en uno a los otros Serú. A esta altura ya nos estábamos titando con los chorizos.. Y nos separaron los otros. Yo no recuerdo quien se llevó a Charly, a mi me llevaron Maio Luna y Daniel Grinbank. Fuimos a tomar café a un bar conocido y re careta de Cordoba.”
“Lo que sigue es intimo, perdón Daniel. Una noche de amor entre una palestina y un israelita en un hotel bacán de la ciudad. Una noche en la que dos nómades creyeron hallar la tierra prometida, uno en el cuerpo del otro.”
“Y también, invasión de los Serú al cuarto. Entraron David Lebon y Moro, hacían chistes; querían fiesta, orgía. (Daniel se retiró con cautela, sabe del arte de moverse entre las sombras). Yo los saqué cagando, los insulté. Moro me agarró de prepo la carpeta de prensa. Yo tenia unos poemas y unos dibujos.. Se puso a hurgar y yo me puse muy violenta. Le reclamé la carpeta y los eché.Insistieron toda la noche por teléfono, hasta que les dije: ¿no se bancan que su representante tenga una novia? ¿no pueden dejarlo en paz? Entonces se calmaron. De allí en mas esto fue un thriller: Charly, su representante y yo. cada vez que Serú venía a Córdoba, la guerra terminaba en amor: Daniel y yo en un cuarto. Alguna vez tomó carácter policial: un recital en La Falda al que Charly venía muy nervioso y agresivo (Daniel me amenazó a mi y a toda la prensa cordobesa con bajarnos del escenario con la policía). Daniel se uso denso. Charly empezó a insultar a la prensa por el micrófono y el publico lo silbó y le tiraba botellas.
Con el tiempo la mano empezó a ponerse mas y mas densa. A la Peperina la deseaban todos, se ponían re locos. Charly se puso insoportable. En una Falda fatal, tendió una especie de señuelo, para que yo cediera. Me dió un ataque de paranoia, agredí a todo el mundo y me senté en un rincón dándoles la espalda. Sentí que Luna le decía a su secretaria de turno; nunca sabremos el fin de la historia. Pero yo sí le puse fin: me hartó el acoso sexual, me harté de verlos drogarse, de cantar en el escenario la paz, el amor y la libertad y cuando bajaban hacían todo lo contrario de lo que predicaban. Lobos y buitres devorándose por un porro, un gramo de merca, una mina, un dolar.
La anarquía había ganado el territorio del rock como ahora el gobierno. El reviente y la corrupción eran la constante. Yo laburé dos semanas sin descanso y no me pagaron. Todos los cordobeses laburaban y no se les pagaba. Los grupos de Córdoba no tenían hotel donde parar ni se les daba tan solo el transporte de los equipos. Los músicos de Buenos Aires destrozaban los hoteles y se iban sin pagar. Saqueaban, literalmente, saqueaban La Falda.”
Patricia Perea
“Peperina por Peperina”. Patricia Perea. 1995

Podes pasear en limousine

¿Cuál sería tu definición de una estrella de rock?
Te puedo decir cosas que tiene que tener una estrella de rock. Es como una estrella de cualquier otra cosa; alguien que por su personalidad cautiva, o encandila si hablamos de estrellas, a las masas. Aunque no necesita de un público gigantesco; puede ser una estrella de culto. Tiene que ser como inalcanzable, vivir rodeado de algún tipo de misterio. Una estrella de rock tiene que haber pasado por todas, y generalmente eso es lo que sucede. Y morirse rápido o envejecer con gracia.
¿Qué es lo que diferencia a una estrella de rock de una de otro tipo?
Que la estrella de rock puede mear en el pasillo de un avión, clavar la mueblería de una habitación de hotel en el techo, romper diez televisores. Es como que le pagaran por hacer eso. Acá no tanto, pero la estrella de rock representa a todos los rockeros que están ahí abajo y que supuestamente están podridos de la sociedad, no tienen oportunidades, etc., y éste es uno de ellos que la pegó ahí arriba. Entonces, a la estrella de rock también se la siente como un Maradona de la música. Una estrella de cine, en cambio, es sólo una en el cine, en la pantalla. Una estrella de rock es un quilombo todo el tiempo. Generalmente no está haciendo un personaje, sino que se la cree. ¿Yo soy una estrella de rock? Sí, soy, de acá, pero soy.
¿Por qué a las estrellas de rock le pasan toda clase de cosas dramáticas que pueden ser vistas como tragedia o como comedia?
Y… por la libertad, entre comillas pero libertad al fin, que te da el rock and roll. De por sí, ya se supone que sos un quilombero. Una estrella de rock tiene poder en la gente. Y hay algunos que, como yo, quieren ver hasta dónde da el chiste. Entonces estamos empujando un globo en el que estamos adentro, como si empujáramos la pared de látex para ver hasta donde da. Y cuando da un poco más de lo que se supone, es terreno adquirido.
¿Y cuándo explota el globo?
Te la tenés que bancar. Yo he ido en cana infinidad de veces, pero es parte del asunto. Cuando caigo preso o algo similar, yo soy plenamente consciente de que puede pasar eso. De alguna manera estoy tratando de que consideren que no puede pasar eso, pero bueno… (risas). Porque sos alguien popular, especial para la gente. El asunto es entrar a la pizzería, como dice Sandro. Cuando entrás a una y tienen tu retrato ahí, es que llegaste, men. Ser una estrella es una combinación de glamour y un montón de otras cosas, pero el elemento pueblo tiene que estar.
¿Y el elemento decadente?
No tiene por qué. Decadente puede ser una postura. Hay un grupo que se llama Los Auténticos Decadentes, y es una postura casi adolescente o juvenil. Después puede ser uno que pasa de los veintisiete años y empieza a dar lástima. Eso también forma parte del fenómeno. Hay algunas estrellas que no se bancan ciertas cosas; a las que les hace mal el alcohol y esas cosas… Pero decadencia también significa una especie de “arruinación”, empobrecimiento, deslucimiento y también tiene que ver con cierto glamour. Hay una decadencia glamorosa, y la podés ver en Queen, con esas cosas absurdamente teatrales. También en Bowie, en Mick Jagger, y hasta yo mismo tengo algo de decadente.
¿Cómo te afectó a vos la fama?
En mi caso, la fama fue bastante amable conmigo. No se me dio de un día para el otro, fue en aumento constante. Cuando comenzamos a tocar con Sui Generis, había quince que nos seguían. Pero en serio. Después había treinta, y un día tocamos en el Astral en un festival con una serie de grupos. El telón estaba cerrado, yo toqué una nota en el piano, y toda la gente estalló en una ovación. Ahí dije, “Bueno, ya está”; para mí fue una alucinación. Y cuando ya era mucha la gente, yo decidí separar a Sui Generis y juntar a todos en un solo lugar como el Luna Park, y que quede todo eso flotando ahí. Tengo la suerte de que cuanto más grande soy, más fama tengo.
¿La fama no te causa problemas?
Seguro, pero también el anonimato los causaría. Como ya sé lo que es la fama, y convivo con eso desde hace tantos años, si no me reconocieran en la calle sería muy extraño. Pero en verdad, no tengo tantos problemas con la fama. Es inherente a lo que yo hago; si no fuera famoso no vendería discos, y si no vendiera discos no podría tocar. Vos ya sabés cómo pienso sobre los tipos que cuando son famosos reniegan de eso, quieren vivir aislados o tratan mal a la gente. Esos tipos son unos hipócritas. Yo, como público, que también lo soy porque hay millones de artistas a los que admiro, me sentiría defraudado. Yo no quiero que me vean como una basura que sólo deja plata en la boletería. Una estrella no es así. Tiene que tener simpatía. Las estrellas de rock tienen simpatía… por el demonio (risas).
¿Cuáles son los hoteles adecuados para una estrella de rock?
En Buenos Aires no conozco muchos porque vivo acá. Es muy importante el humor del hotel; hay hoteles que son muy lujosos o gigantes tipo Sheraton, Hilton, que no me parecen adecuados porque son completamente impersonales. Son como McDonald’s. Por supuesto que tienen comodidades, pero también tienen contras; siempre hay mucha policía ahí adentro. Uno nunca tiene tiempo para hacerse amigo del telefonista y esas cosas. Y en esos hoteles te pueden pasar cosas raras. En el Sheraton de Nueva York me olvidé de cerrar la canilla de la bañadera, y no se desagotaba porque no tenía rejilla. Yo no me avivé, y en un momento entraron dos tipos onda SWAT. A mí me gustan esos hoteles viejos, de los 50, con tipos que hacen mil años que están en el hotel, gente de la que uno se puede hacer cómplice para pasarla mejor. En muchos hoteles no te dejan subir chicas o visitas, y eso es un embole. Hay hoteles a los que no les gusta que yo esté, y algunos tienen razón porque tengo una fama terrible. A mí me gustan hoteles como el Alvear, eso es lo ideal; la cosa de hormigón, que sea de piedra, con paredes gruesas que no sean de cartón. Y si no un hotel tipo Avenida de Mayo, casi familiar, un poco más que una pensión. Me gustan las habitaciones amplias, las sábanas limpias, un buen café con leche a la mañana, que no será glamoroso pero me gusta. Esa onda me super rinde; cuando comencé con las giras, los hoteles eran así.
¿Te echaron de algún hotel?
¡Puf! De varios. De uno en Madrid no llegaron a echarme, porque todos los destrozos los hicimos en la fiesta de despedida. De otro me echaron una vez que enchufé la guitarra a la radio del hotel y volé todo a la mierda.
¿Qué es lo que hace que una estrella de rock destroce una habitación de hotel?
Que no es de él, y que tiene plata para pagar el destrozo. Es lo único que tiene para romper. Es como un ritual. Con Sui Generis, en un hotel de Mendoza tipo Alvear, meamos adentro de la fuente. Pero en verdad, no sé. ¿Será que el hotel representa el establishment o algo así?
La seguidilla de mujeres que pasan por la habitación de hotel de una estrella es incalculable. ¿No llega un momento en que te hartás de eso?
Sí, ¡cuando te hacés gay! (risas).
¿Existen las groupies en la Argentina?
En algún momento, hubo. Sui Generis tenía una cantidad interesante. Algunas se convirtieron en nuestras mujeres. Pero yo creo que la groupie es esa chica que, además de acostarse con uno, sabe de música. En un momento estaba bueno ser una groupie; cuando apareció el SIDA y las otras pestes, todo se fue al carajo. Pero en la época del amor libre, estaba todo bien; nos encamábamos con las mismas minas y no había problemas. Lo que pasa es que en esa época no éramos malpensados, onda vamos a agarrar a esta mina y la cogemos como si fuera una puta. Había un sentimiento de hermandad y de compartir.
¿Cómo te llevás con la adulación permanente a la que están sometidas las estrellas?
Eso pasa con cualquier tipo famoso, ni siquiera tiene que ver con el rock. Me parece que hasta pasa más con los cantantes comerciales, tipo Julio Iglesias. Yo tomo las cosas como de quien vienen. Generalmente cuando me dicen cosas muy lindas, siento una especie de vergüenza. Chupamedias hay en todos lados. Esos personajes lo hacen porque tienen un interés comercial o quieren sacarte algo. Es muy de los representantes eso. O tipos que quieren hacer una clase de negocio con vos, o usar tu imagen para algo: esos te chupan las medias a morir, y después ni siquiera se acuerdan de vos si la pegan por otro lado. Yo ya tuve que defenderme de ese tipo de gentuza que aparece de la nada. Gente que se mete y termina usando tu tarjeta de crédito, o tipos que a lo mejor están en tu banda y se autodespiden para después hacerte juicio. Tipos a los que les pedís un favor y después te cobran el triple. O un abogado que trata de aislarte para tener control de tu dinero, y resulta que cuando te querés acordar estás internado en una clínica. Hay gente que lamentablemente se ocupa del mal; si uno vive una manera más libre, entre comillas, y no entiende o no quiere saber de cuentas y esas cosas, es más fácil que se piensen que a uno le sobra la plata y la tire por ahí. Entonces te ven como un banco para asaltar. Como las modelos que después se hacen esposas y te sacan hasta el calzoncillo.
¿Por qué les gustan tanto las limusinas a las estrellas de rock?
Porque lo vimos en fotos, lo vimos en películas, porque cuando te quieren convencer de ir a un lugar, te mandan una limusina. Y porque es lindo andar en limusina. Me gusta que adentro sea como una habitación, que podés subir con mucha gente, que podés hacer el amor ahí adentro.
¿Cogiste alguna vez en una limusina?
No, ¡me cogieron a mí! (risas). No, pero alguna cosa parecida. Andaba mucho en limusina en Madrid,como son tan chiquitas las calles, la limusina no podía dar vuelta en la esquina. Acá, en la Argentina o Latinoamérica, ver una limusina es como ver un plato volador.
¿Cómo se puede envejecer con gracia en el rock?
Supongo que seguir siendo amigo de los adolescentes, o ser la estrella de un pibe de diez años, ayuda. Yo creo que parte de mi jovialidad, o de esa cosa que tengo, es que nunca me separé mucho de los fans. Y para una estrella de rock, es primordial ser un fan. Cuando un fan se convierte en estrella, el fan sabe y la lleva bien. Ahora, cuando un agrio se convierte en una estrella, es un agrio que después se pudre.
¿Lo mejor de ser una estrella de rock?
Ser una estrella de rock.
¿Y lo peor?
Otra estrella de rock.
¿Qué es lo que les falta a las estrellas de rock?
Tendría que existir el Día de la Estrella de Rock. Un día en donde todo el mundo pudiera comportarse como una estrella.
¿Se puede ser estrella de rock sin tomar drogas ni beber alcohol?
Se debería poder, pero yo no conozco a nadie así (risas).
“Room service” Sergio Marchi. Edit. Planeta.2014

Vamos vamos la fama!

“En Seru Girán tenia mucha relación con todos, y no solamente en lo musical. Teníamos un equipo de fútbol. No estaba tan diferenciado en artistas, manager, plomo o técnicos. Era un grupo homogéneo. Cuando salíamos de gira, íbamos todos, había mucha convivencia, éramos un grupo de doce o catorce personas. Cenábamos juntos después de los shows. Cada uno tenía una faceta a la hora de tomar decisiones; Pedro tenía mas rol en lo artístico; Pedro y Moro en las cuestiones económicas. Charly obviamente estaba en casi todo; David pasaba por una época muy prolífica, muy creativa. Recuerdo muchos momentos divertidos y de viajes: giras por la costa en verano, tocar en Córdoba dos o tres veces por año, ir al Norte, al sur, a Rosario...En general, tomarse un avión era un lujo, íbamos a casi todos lados en micro.
En la época de Peperina David era claustrofóbico - no sé si lo sigue siendo - y en los hoteles se quedaba en los pisos bajos. Una noche, en una sobremesa, yo había comentado que en la década del 60 los Rolling Stones jugaban a ver quién embocaba la tele en la piscina del hotel. Unos días después bajé a desayunar con David en Mendoza y de golpe escuchamos “¡pum!”. Había caído un televisor de arriba. Charly. Era superinfluenciable para esas cosas. Nos hicimos los boludos y rajamos, pero yendo para Rio Cuarto nos paró la cana y tuvimos que pagar los extras del hotel.”
Daniel Grinbank
“Seru Giran. La Historia”. Walter Dominguez. Edit Planeta. 2019

Voy a mil

“García era como un tornado que avanzaba por la casa. Fernando Samalea, Fabián Quintiero y Juan Bellia se quedaron un rato, hasta que García canceló la salida cinematográfica porque tenía que cuidar a una amiga que había enfermado.
—Es algo que terminé de perfeccionar en la clínica ¿sabés? Ahora soy el Enfermero Perfecto.
Me pidió que lo acompañara en tan noble tarea y no hubiera podido rehusarme sin sentirme poco samaritano. Cruzamos la avenida Santa Fe con el semáforo en rojo y sin mirar. Me limité a seguir sus pasos y a rezar para que supiera lo que estaba haciendo. Milagrosamente, los autos detuvieron su marcha. Hubo frenadas y puteadas que se transformaron en ovaciones apenas los enfurecidos conductores reconocieron su silueta.
La gente lo saludaba en la calle; le hablaban, le gritaban palabras de aliento o simplemente se limitaban a abrir bien grandes los ojos. Todos parecían contentos de verlo fuera de la clínica. Llegamos a un departamento chico, de un ambiente, en donde había algunos instrumentos, un par de libros y un poco de desorden.
La enferma estaba bastante bien y no sólo en el sentido clínico de la frase. Pensé que Charly iba a proceder a una revisación exhaustiva y me refugié en la cocina, muerto de vergüenza de convertirme en testigo de la íntima relación enfermero-paciente. Al rato la chica entró a la cocina.
—¡No se te ocurra irte y dejarme sola con él! —me suplicó.
Yo pensé que eso era lo que ella quería, ya que al fin y al cabo había llamado al “enfermero” solicitando cuidados y medicina, rogándole por favor que acudiera a su encuentro. Cuando regresamos a su casa, Charly me reveló el concepto de Casandra Lange al tiempo que se instalaba en el sillón de su living. Hizo alusión al mito de Casandra, pero muy por encima —con el tiempo comprobé que conocía con profundidad buena parte de la mitología griega—. Le interesó más hablar de una vieja canción suya llamada “El tuerto y los ciegos”, de Sui Generis, en donde se menciona a Casandra. El año 1974 era una época de cegueras varias, de oscuridades próximas y Charly ya se perfilaba como un rey tuerto.
—Agarrá un lápiz y papel que vamos a hacer un disco.
Para ese entonces había aprendido que si uno se aventuraba a seguir sus indicaciones, se subía a un barco que navegaría sin brújula y sin mapa. En el peor de los casos habría que nadar. Por eso agarré mi anotador, un marcador de esos que despiden un olor que intoxica, mientras Charly conectaba un teclado con un re roto sobre una estructura inestable. Lo enchufó a un equipo y comenzó a tocar. El departamento se movía como si fuera el Poseidón a la hora del remolino y el té en cubierta.
La experiencia fue notable. Pese a que soy rápido escribiendo, jamás pude seguirle el ritmo a Charly, que me dictaba títulos e intérpretes originales de un repertorio que abarcaba, por lo menos, tres décadas de rock. Tocaba las canciones en el teclado roto con los acordes exactos y las letras textuales. Cantaba con fuerza en inglés y no pifiaba ni una nota. Ni siquiera se detenía a recordar comienzos, puentes y estribillos. Era, sencillamente, una computadora perfecta que lanzaba datos almacenados durante toda una vida de escuchar música. Daba gusto.
Charly tocaba sus temas favoritos, pero no se limitaba a la partitura original, sino que zapaba en el medio, sugería arreglos, climas, texturas y desarrollos. Yo no terminaba de escribir correctamente Thunderclap Newman, cuando Charly ya estaba tocando una de las más desconocidas canciones de Elton John.
—Una vez gané un premio por tocar ésta en un bar de Europa. Creo que era otra ronda de cerveza. Me hicieron un desafío y lo gané. Aquel boludo no podía creer que yo supiera “Chamaleon” de Elton John.
Yo ni siquiera creí que el tema existiera. Supuse que era una invención de Charly hasta que un día, mirando las ofertas de una disquería de Constitución, me topé con Blue Moves, disco en el que finalmente hallé el título. Cuando García paró para tomar otro trago, la lista de Casandra Lange ya abarcaba 32 canciones anotadas. Pero entre las que tocó sin mencionar su nombre, y varias que descartó en el acto, la cuenta debe haber ascendido a medio centenar de títulos.
Después de semejante maratón de música y habiendo cumplido con el servicio de escriba, me escabullí hacia mi casa con un terrible dolor de cabeza y una debilidad atroz. Muy pocas veces me he sentido tan mal. Recorrí las cuadras como un zombi que no ha encontrado un cerebro para la cena y se derrumba a cada paso. García me había chupado toda la energía.”
“No digas nada. Una vida de Charly García”. Sergio Marchi. Edit. Sudamericana. 1997

Estas mezclando el dulce con la sal

“ Con David Lebón también tuve una relación muy cercana. El venía, se instalaba acá, y yo lo atendía. David es un divino, tan amoroso, tan respetuoso. Con Serú Girán estuvieron cuarenta y cinco días grabando. Habían alquilado la casa y el estudio. Gustavo vivía en la Capital.
-¿Y de Charly tiene algún recuerdo, Marta?
-De Charly tengo muchos recuerdos. Lindos y... bueno, lindos.
-Un personaje por momentos difícil -le digo, viendo que su autocensura funciona a la perfección.
-Cuando estaban grabando acá el técnico de ellos me decía: “Tené cuidado, Marta: cuando limpies debajo de la consola, no te agachés porque si entra Charly, por ahí te da una patada en el cu...” -Marta no completa la (mala) palabra-. Entonces, cuando yo iba a limpiar el control le avisaba al técnico que, para protegerme, se paraba en la puerta mientras yo limpiaba. Porque Charly entraba y... ¡pshh! contra todo lo que estaba ahí. Claro, él quería trabajar, es lógico -agrega, contrita-. Una mañana llegamos con Diana, que era la secretaria de Gustavo, y estaba... no me acuerdo, había un chico ahí que le dice a Charly: “Che, Charly, ¿conocés a Diana?”. “Sí, sí, ya la conozco, estoy trabajando”. Tengo un cuadro allá con él -dice Marta, y señala el estudio-. Carlitos, el fotógrafo, quería sacarle una foto pero Charly no quería. Entonces yo estaba sirviéndole la comida y le dice: “¿Y con Marta no te sacarías una foto?”. “Sí, con Marta sí”, dijo. Así que yo le pasé el brazo por arriba de los hombros y nos sacaron una foto, la que está allá, en la sala de estar del estudio”.
-Escúcheme Marta -la llamo- no sé cómo decirle esto, pero usted habrá notado que en el estudio, dependiendo de quién esté, suele haber algunos olores raros. O por ahí, al hacer las camas, encuentra algún paquetito sospechoso... Usted no comente nada ¿vio? A mí me preocupa un poco porque su marido es policía y algunos músicos por ahí se fuman un porro o alguna otra cosa prohibida.
-Mire Gustavo -me responde muy seria- por mi marido no se preocupe porque cuando estuvo Serú Girán acá dentro un mes entero, y yo me quejé de las cosas que hacía Charly, me dijo: “Mirá Marta, a mí no me importa si Charly es drogadicto, es borracho, maricón o lo que sea... Charly igual es mi ídolo”.
Marta, cocinera de Estudios Del Cielito
“Del Cielito. El sello del rock”. Candelaria Kristof. Inamu

Algún día vas a ver al cretino gritar