sábado, 30 de septiembre de 2017

Telepaticamente

“Esa misma noche, pulsé el timbre en Mateo Lopez 6, donde estaba el estudio Red Led. Al vernos a través de la pecera, el Artista puso sus dedos en “V” y yo levanté mi puño derecho. Él tenía sus pelos revueltos hasta los hombros, la cara pintada de rojo, cual emblema de las extravagancias, y fue intercalando distintos lentes: redondos, plateados o anaranjados. Los comentarios sobre su salud eran alarmantes, aunque siempre escapaba con estilo del molde de quienes parecen tener alrededor a sus sepultureros, palas en mano.
Junto al ingeniero español Marcos Sanz, estaba grabando innumerable capas de voces, que en ese momento sonaban al mismo tiempo ¡Con letras distintas! Cuando los cuarenta y ocho canales se agotaban, ni lerdo ni perezoso, nuestro Héroe Nacional ordenaba mezclas en estéreo y volvía a registrar infinidad de instrumentos en los restantes cuarenta y seis. Durante las tomas, cambiaba de sonidos de teclado varias veces, mirando el display con su cabeza inclinada y apretando un botón con el dedo indice doblado, mientras continuaba tocando con su mano izquierda.
Para distraerme, fui recorriendo el estudio: era de estructura moderna, con techos vidriados, iluminación de avanzada, plantas exóticas y escaleras con barandas rojas. “Bjork y Sting vienen seguido, chaval”, me comentó un asistente al pasar.
- ¡Nandinho! Vení que hacemos “Tu arma” - gritó Charly, asomándose al vestíbulo con su remera deshilachada de Kurt Cobain.
Al sentarme en la batería, pónerme los auriculares y escuchar la música, comprobé que la referencia rítmica era inaudible, casi nula. ¿De dónde iría a agarrarme para tocar? Solo se podía apelar a la telepatía. Ademas, la paciencia de Charly era mínima: habría una única toma posible. Según él, todo estaba “genial” y “ya estaba”.
Mientras se ajustaba algún detalle técnico, charlamos a través del talkback.
- ¿Cual fue la primera peli que viste? - le pregunté con curiosidad.
- ¡Guauuuuu!...Lili, un musical con Leslie Caron. Me aprendí partes en el piano. Pero los muñecos de la pantalla me aterraban. Hitler, en cambio, me parecía una estrella de rock, con todo ese mambo freak.
- Esa no la vi. ¡No había nacido! - contesté.
- Yo usaba capas y me deformaba la cara con plastilina. ¡Pianos y candelabros, sí, señores! Dale, loco, que pasa?
- Vale, hombre, es que no me llega el canal de la caja - dijo Marcos.
- Whatever, entonces acercate que te hago escuchar “Con su blanca palidez”, el de Procol Harum - me dijo
- En serio grabaste ese tema? - le contesté sorprendido, apoyando los palillos sobre el cuerpo del bombo y levantándome.
- Mas bien...Stravinsky decía que los grandes compositores roban, no toman prestado...je je je...
en otras ocasiones, Garcia parecía extremadamente calmo. Se confesaba como en una sesión psicoanalítica, recostado en algún sofá: “Yo aprovechaba los viajes en colectivo para componer. Sacaba un papelito, dibujaba las cinco lineas de un pentagrama y escribía la melodía. “Un hada, un cisne”, la de Sui, la escribí en una servilleta, sentado en el asiento de la rueda. Encima, me animaba con temáticas que ni conocía: cuando hice “Quizás, porqué”, todavia no había estado con una mina, e imaginaras que “Cuando ya me empiece a quedar solo” es fantasía pura, you know?”
Se lo veía entusiasmado en esta nueva etapa, que planeaba titular “El Aguante”. Habia hecho covers de The Byrds, Small Faces, David Lebon y Chuck Berry (“Correte Beethoven”), ademas de reflotar “Tu arma en el sur” y “Lo que ves es lo que hay”, dos canciones antiguas. “La gente tiene sueños recurrentes, yo tengo melodías recurrentes”, justificaba con sorna”
“Mientras otros duermen”. Fernando Samalea. Edit Sudamericana. 2017

lunes, 25 de septiembre de 2017

Tiene manos de marfil

Fito: “Pasan unos meses y viene la presentación de Baglietto en el Coliseo. Ahí cae Charly con Andrés, modernísimos los dos, espléndidos, jóvenes, bien puestitos de todo. Era como estar...No era Buenos aires, era otra ciudad. Pero era Buenos Aires, la verdad. Entonces cuando lo veo venir casi me muero, casi me orino encima. En esa época circulaba el rumor de que yo le tenía bronca porque me decían que era parecido a él. Entonces él vino y me encaró de frente: “Que problema tenés conmigo?”, me dice. “No...que problema voy a tener con vos? Ninguno. Todas soluciones tengo con vos. Me arreglaste la vida, me la cambiaste en todo caso”, le digo. Nos reímos y yo temblaba, por supuesto. Lo miraba a Andrés y me decía: “Ay, este cabrón esta tocando con Charly! Que genio, no? Ok, nunca voy a tener esos lentes, nunca voy a tener esa ropa. Un rosarino desdentado...¡nunca voy a tocar con Charly!” Entonces se quedan a ver dos o tres temas y se van, creo. A los tres o cuatro meses Charly desarma la banda de “de la cama al living” y me llega un llamado de Daniel Grinbank que me dice “Che, Charly quiere que estés en la banda”. se me cayó el teléfono. Raro, no? Casi me desmayo...Voy a la reunión y yo era un pajuerano, entendés? Me dice, vos me gustás, etcétera. La reunión dura quince o veinte minutos y dice: “vamos a casa a escuchar el disco”. Entonces llegamos a Santa Fe y Coronel Diaz, pone Modern Clix a todo volumen y yo no sé que le paso a otros...
Gillespi: ¿no había sonado en ningún lado el disco?
Fito: Nunca. tampoco sé que habían ingerido las demás personas y a mi se me cayó todo. Todo menos lo otro, que se me levantó. Porque era muy vital el álbum, era muy sexy, muy sensual, estaba buenísimo. . Yo pienso que es un disco del futuro. Charly combinando las maquinas de ritmo, el sampling de James Brown, era un delirio. En ese momento era como si te dieran una pepa, realmente. ¡Pum! Te clavás un tema y ya está. De verdad lo digo, hasta el día de hoy aconsejo Modern Clix antes que el ácido lisérgico.
Entonces pasa otra cosa graciosa después de ahí. Yo me fui totalmente desconcertado, pensando que era un sueño, que no era verdad. Al otro dia me llega una cinta, un cassette. Entonces claro, el tema esta en Sol (toca un fragmento de “Bancate ese defecto”). Bueno, ok, todo eso estaba corrido en un lugar que no era ni Sol, ni Sol sostenido. Estaba en el medio.
Gillespi: Habían acelerado la cinta.
Fito: Claro. Pero no era ni siquiera un semitono. No tenia como sacar los temas y eran muy difíciles, complejos. Ahora me los sé de memoria pero en ese momento me acuerdo que había mucha polirritmia y tampoco tenia bien claro cuál era mi parte. En todo caso, llegué a la sala, yo tenia que terminar unos conciertos con Juan Baglietto en el Astros, presentando el tercer disco de él y llego dos semanas tarde a la sala de Charly. O sea, cuando yo llego esta..
Gillespi: Todo sonando...
Fito: No todo. Pero esta el elefante comenzando a decir: ¡Hola! Llegué ahí con mis teclados rosarinos, con un minimoog, un Korg que tenía, un Rhodesque que me pone Charly, un Moog Opus 3. En un momento tenia que intervenir. Yo estaba ahí dibujado, entendés? Estaba dibujado. Era en los estudios Alex, en Nuñez. Empecé a meter alguna cosa, me acuerdo que “Bancate ese defecto”era Sol cuarta con la séptima menor y claro, yo venia con todo, le ponía todo. Cuando llegó Charly me empezó a sacar los dedos, este no, este no, y me dejó cuatro notas. Considero eso como una de las mas grandes clases de música que tuve en mi vida.
Durante esa semana lo vía él organizar la música. Como empezaba a funcionar, como rendía en funcionamiento del bombo de Iturri con el bajo de Alfredo, no? Eso después crece con el tiempo, cuando hacen, por ejemplo (Toca un fragmento de “Promesas sobre el bidet”), como organizaba la rítmica que era compleja con el sonido, viste? Y después los arpegios que le indicaban a Pablo Guyot o como armaba las voces de Melingo y Gonzo en el saxo con mis teclados. Ya empezaba a escuchar a la orquesta ahí dentro. No?
Gillespi: Que él tenia en la cabeza
Fito: Él la tenía entera. Muy clara. A la vez iba probando y decía: “A ver, dobla el Moog con el bajo” Y por ahí decía, “No, no esta bueno”. Te hacia jugar. Te hacia meter unas lineas de cuerda, por ejemplo, y debía ser un unísono para que se destacase dentro del grupo. Yo me la llenaba de cosas , y: “No, no hace falta, tocá esto”. Siempre funcionaba. Fueron dos semanas. Era como estar viendo pintar a Picasso. Muy conmocionante, viste? Porque ahora es difícil intentar explicar eso. Me marcó. Salí de ahí y me fui a grabar Del 63.”
“Salsipuedes. Historias de rock argentino”. Gillepi. Edit. Planeta

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Oye broder, tienes perico?


“Peluca telefónica” es el único tema de “Yendo de la cama al living” cuya autoría no corresponde completamente a García ya que la letra proviene de una improvisación en el estudio: “Se me ocurrió armar una super banda por un día y alquilé los estudios ION: Willy Iturri, Pedro Aznar y Spinetta. Tenía la idea de la melodía, el ritmo pero la letra la hicimos en el momento. Cada uno aportó lo suyo. La hicimos en una sesión. Los ánimos estaban muy buenos. Tiene chistes, bromas internas...Y una sección rítmica de lujo!”. Es también el único track del álbum que no se grabó en Panda; García volvió a ION para “Peluca Telefónica”, donde habitualmente grababa con Seru Giran. Ahí grabó tanto Pubis Angelical como Yendo de la cama al living y utilizó su gran sala para grabar casi en vivo Piano Bar en el 84.
Varios de los misterios del tema los reveló Pedro Aznar en una charla con Gloria Guerrero.
- La peluca del titulo alude a la frase coloquial “me voló la peluca”
- El “no le debo nada a Entel” alude a que por la época Pedro Aznar debía una suma millonaria de dinero a una compañía telefónica por haber efectuado muchos y extensos llamados a la Argentina desde Boston, donde estaba estudiando en el famoso Berklee College of Music.
- El gracioso “teléfono” que suelta al pasar Spinetta luego de que García diga “me cuido la nariz” se debe a una frase que utilizaban los músicos de la época cuando alguien decía o hacia algo fuera de lugar. Según le cuenta Aznar a Gloria Guerrero la expresion proviene de Jazz & Pop, un club de jazz de San Telmo. Allí los músicos subían al escenario a participar de las jams sessions y cuando alguno no estaba a la altura Nano Herrera (divulgados del jazz en el país) decía “teléfono”, una indirecta para que bajara del escenario.
- Según Aznar las carcajadas de García cuando canta “y voy al supermercado buscando un capataz” se deben a que la palabra planeada de antemano no era “capataz” y en el mismo instante que lo cantaba se dió cuenta del sinsentido mayúsculo de la frase y no pudo aguantarse la risa. De hecho, en las letras del LP, “capataz” aparece con un signo de interrogación al lado (como si los demás versos del tema no lo ameritaran). Este comentario de Aznar hace pensar con mas fuerza en la idea de un “cadáver exquisito vocal”, quienquiera tal vez lo mas cercano sea la escritura automática (propia de los surrealistas).
- En determinado momento García y Aznar comienzan a intercambiar frases con acento caribeño mientras de fondo suena un arreglo cercano a la salsa que desde los teclados desestructura por completo el tema:
AZNAR: oie, oie, pana, mira, pero que cómo te traes esta vaina, que no lo puedo creer.
GARCÍA: oie brother, tienes perico?
AZNAR: oie, ahora mismo, pues tu sabes
GARCÍA: eso es lo que queremos y no otra cosa. Máximo nivel.
Aznar dice que en Berklee se había hecho amigo de varios músicos venezolanos y le gustaba imitar ese acento. Como todos sabemos, “perico” es uno de los tantos términos con los que se denomina a la cocaína. En agosto de 1980 Seru Giran fue invitado al Monterey Jazz Festival de Rio de Janeiro, donde se reunió la creme de la creme del jazz rock mundial. La pregunta de García en modo caribeño es lo primero que le dijo Jaco Pastorius a Aznar cuando se juntaron a desayunar al día siguiente de haberse conocido.
La gracia con la que Aznar evoca los entretelones de la letra y el encuentro con Garcia y Spinetta en el estudio explican la felicidad que transmite el tema. “Peluca Telefónica” puede escucharse mil veces y siempre va a causar algún tipo de bienestar emocional , ya sea por el optimismo que transmite la música, el delirio de la letra o la sensación de que García, Spinetta y Aznar se juntaron para hacer algo único. Por el alto grado de espontaneidad y frescura de la grabación es un tema que no se puede reproducir en vivo (literalmente nunca se pudo reproducir). El gran acierto de “Peluca Telefónica” es muy difícil de lograr en un estudio : la naturalidad, que no suena impostada y es verosímil.
“No bombardeen Barrio Norte”. Martin Zariello. Edit. Vademecum

domingo, 17 de septiembre de 2017

Aguante la amistad

“Después de esa pasta hecha con amor, quedamos en que la próxima visita íbamos a tocar. Le gustó la idea, dijo que estaría bueno y que en el lugar había un salón . Cuando fuimos por tercera vez, ya para tocar, estaban todos arriba , esperando en el salón. Entramos Charly, Samalea, yo y un invitado especial: Nito Mestre, que se había recuperado de su adicción al alcohol y era una buena influencia. El publico nos dejó con la boca abierta: ahí sentados, cada uno en su mambo, estaban los internos.
Formamos con Garcia al piano y Nito con la guitarra acústica. Lo que salió fue un recital de Sui Generis exclusivo para los internos de la clínica. Todos tenían una energía terrible, cantaban; fue un up para los internos, una enorme felicidad.
Cuando nos asomamos nosotros, Charly nos llamó. Samalea armó sus cosas, yo agarré una acústica, Charly siguió en el piano y Nito con su guitarra. Tocamos “Amigo vuelve a casa pronto”. En un momento lo miré a Sama. No lo podíamos creer; estábamos tocando con Sui Generis para internos de una clínica psiquiátrica. Yo me sabia las canciones de Sui de cuando zapaba en la playa, de adolescente. Fue un flash. Miraba a los internos y me sentía muy bien de poder contribuir a su felicidad, un poquito entre tanta desgracia. era muy Sweet Generis.
Todo estuvo lindo hasta que a Charly se le cruzó un cablecito y se lo llevaron.”
“I´m Zorry”. Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta.

domingo, 10 de septiembre de 2017

V.S.D

En 1996 Sabina lanza "Yo mi me contigo", un disco bisagra con respecto a su relación con un gran músico argentino (aunque también fue el inicio para otro proyecto más audaz, su disco compartido con Fito Páez). Hay muchas colaboraciones en ese álbum (Manu Chao, Carlos Varela, Caco Senante), aunque lo que nos atañe son dos canciones: 'Viridiana', con música de Ariel Rot y participación de Los Rodríguez; y 'Es mentira', con el aporte de Charly García en teclados y voz.
En cuanto a la participación de Charly, dejemos que el propio Joaquín cuente los detalles a través de una entrevista brindada al suplemento Espectáculos de Clarín en julio de 1996: "Un día estábamos grabando con Pancho Varona la canción 'Es mentira' y comentamos que la canción tenía algo de Charly. A las dos horas llama Calamaro por teléfono para avisar que Charly estaba en Madrid. Me puso con él y le dije: 'Te vienes para acá a grabar'. Llegó, entró al estudio como va él, que parece nadando en el aire, se sentó, y le puse adelante la canción, que nunca había visto. Hizo una versión que a todos nos pareció bastante enloquecida. Y cuando terminó dijo: 'La voy a grabar otra vez, encima'. Grabó otra vez, exacta, lo que nosotros creíamos que era una improvisación enloquecida y era simplemente… un talentazo. Nos dejó con la boca abierta. Desde que yo grabo en estudio, nunca he visto a nadie hacer algo tan genial e inspirado."
Joaquin Sabina
Diario Clarin. Julio 1996

lunes, 4 de septiembre de 2017

Yo no quiero volverme tan loco

"Durante mucho tiempo Charly nos tuvo acostumbrados a que él era un tipo hiperactivo, sin juicio y que se la pasaba rompiendo cosas. Incluso decíamos, como aceptando la situación y al mismo tiempo para disculparlo: “Charly es así”. El problema era que él no rompía las cosas porque tenía un ataque de nervios. El podía estar de lo más tranquilo y de pronto revolear un televisor. Y no se alteraba, podía enseguida sentarse al piano de lo mas relajado y seguir como si nada. Y después tirar el piano al piso. El problema entonces era que no media las consecuencias de sus actos, no tenia juicio. Por eso, entre muchas genialidades, también dijo un montón de barbaridades.
Yo le dije: “hagamos un bronce de este Charly loco y siempre zarpado, lo ponemos en una plaza y cuando sientas nostalgia, lo vas a visitar. Pero ahora inventá otro, que seguramente va a ser mucho mejor”. Por suerte, después de la crisis y la internación, se puso mucho mas amable, mas cálido, mas considerado. Puede compartir, algo que no podía hacer cuando estaba en personaje. Si ese Charly vuelve a tener muchos problemas, puede retroceder muchos escalones de golpe, y no de a uno como fue durante años. Muchos sobrevivieron a situaciones como ésta: Eric Clapton, Mick Jagger...Charly tambien puede hacerlo. Tiene que recordar su pasado como algo que no va más y agradecer que no se murió. Con el tiempo demostró que es muy fuerte, porque otros en su situación no lo hubieran soportado.
Charly es querible, es un personaje admirado y cuando está bien es un tipo fino, delicado. Pero estuvo mal mucho tiempo y por eso hay que acostumbrarse al nuevo modelo. la primera vez que estuvo internado salió para festejar sus cuarenta años en mi casa. Pero después cayó de vuelta.
Esta vez empieza a verse el cambio en su relación con la gente...Y repuntó muchísimo, por eso lo quieren contratar de todos lados porque dejó de ser imprevisible, dejó de ser un problema. está bien un poco de rocanrol, pero podes hacer rocanrol como los Rolling Stones , que empiezan a horario, son super profesionales y no rompen nada.
De todos modos, en una entrevista yo ya había dicho mucho tiempo antes de la caída y de la recuperación de Charly, que un día , sin previo aviso , nos iba a decir a todos: “Fuck you, esto fue todo una joda”.
“Leon Gieco. Crónica de un sueño”. Oscar Finkelstein / Leon Gieco. Edit. Planeta

Algún día vas a ver al cretino gritar