lunes, 26 de junio de 2017

La Ruta del Tentempie

“En esa época viajábamos a Nueva York con cualquier excusa. La Sony grababa los discos de Charly y le daba mucho presupuesto para la producción. Eso incluía los viajes y las estadías mientras grabábamos, mezclábamos y masterizabamos. Charly hacia eso desde Clics Modernos y para él era muy habitual. Usabamos el estudio Electric Lady, donde grababa Jimmy Hendrix. Tambien el Unique. Masterizabamos en Sterling Sound. O sea, todo primera A. Habia tanta guita para los discos, que si ya de vuelta en Buenos Aires Charly encontraba algo para corregir, volvía a viajar y Sony le daba plata para todos esos gastos. Esos miles de dolares - otra época, esta claro - algunas veces los llevaba Garcia en su bolsito.
Lo bueno de su amistad es que nunca quería viajar solo. Yo era el primer anotado o el que primero se anotaba. A cambio, me tenia que hacer cargo de algunas cuestiones. A veces seteaba los pasajes y los hoteles. Entonces le fui con el cuento del helicóptero entre el aeropuerto Kennedy y el de Manhattan. Pero mejor que lo cuente Alfi Martins, que fue tecladista conmigo al principio de la banda, y quien para mi es como esos hermanos que viven en el exterior y que también se anotó esa vez.
“Yo tenia que ir a sacar la visa para viajar a Nueva York y pensé que si Charly me acompañaba todo seria mas fácil, así que quedamos en encontrarnos esa mañana en la puerta de la embajada. Unos minutos de espera me sirvieron para darme cuenta de que iba a tener que ir a buscarlo y probablemente tirar la puerta abajo para despertarlo. Y así fue. De vuelta en la embajada, la cónsul nos pregunta que íbamos a hacer a Estados Unidos.
- vamos a ver a Prince - responde Charly.
- Ah - dijo la cónsul. - que buena razón para negarle la visa! -
Todo mal. justo en ese momento, otros empleados que estaban detrás de la cónsul se acercaron y empezaron a pedir autógrafos y a querer saludar, así que zafamos.
Con el Zorrito habíamos averiguado que, al viajar en Clipper Class en Panam, podíamos tomar el helicóptero en Nueva York y bajar en la terraza del edificio de Panam en pleno Manhattan. ¡Era la hostia! ¡el glamourometro explotaba! Tomamos el vuelo los tres y entre champagne y Jack Daniels no parábamos de arengarnos y autodeclaranos “Master del Universo”, “Feel the power”, etc.
Pero cuando el vuelo hizo escala en Rio, Charly salio de la zona de transito para darle una plata a Ivonne, su manager en Brasil. Cuando quiso volver, la policía no lo dejaba entrar. Encima, lo revisaron y encontraron el cash que tenia encima para volver a mezclar algunos temas: mas de ochenta mil dolares. ¡Ay! Terminamos los tres en la confitería del aeropuerto rodeados por ocho policías de civil y viendo como nuestro avión despegaba y nosotros seguíamos ahí, con futuro incierto.
Estuvimos esperando varias horas . No sé como se arregló pero al final nos dejaron subir en un vuelo de Varig que salia mas tarde.
De mas esta decir que que el helicóptero a la terraza de Pan Am fue canjeado por el triste y acostumbrado taxi amarillo inmerso en una ola de trafico. El glamourometro cayó tan bajo que se redujo a la frase “esto a Bono no le pasa”.
Cuando llegamos al hotel, no habían hecho las reservas y Charly estaba verde. Se fue a dormir, pero antes nos pidió que fuéramos al banco a depositar la guita. Fuimos, ya de malhumor, barbones y recontraquemados. El tipo del banco nos miro como si fuéramos a depositar quinientos dolares. Cuando vió que nuestras camperas no terminaban de desinflarse de todos los paquetes que sacábamos empezó a decir “no, no, no pueden depositar esta cantidad...tiene que venir el titular de la cuenta”
Lo llamamos. ¡Charly! tenes que venir vos a depositar...¡Charly! se escucharon algunos sonidos incongruentes y colgó. Segundo llamado ¡Charlyyyy! En el banco dicen que si no viene el titular de la cuenta no se puede hacer el deposito...Mas sonidos incongruentes, aunque esta vez creo que dijo algo así como ”¡nooo logooo, estoyy durmiennnn..” y colgó.
Recién en el tercer llamado pudimos escuchar algo parecido a una respuesta afirmativa. Entonces nos hicieron pasar a una habitación para esperar hasta que Charly llegara. Estábamos ahí cuando alguien en algún momento me tocó el hombro. era el encargado de la limpieza.
- y ustedes? - preguntó. Que hacen acá?
- estamos esperando al titular de la cuenta.
- pero si el banco cerró hace dos horas? Acá no quedo nadie!
Nos habíamos dormido esperando a Charly que, obviamente nunca vino. Y nos habían dejado olvidados dentro del banco. Volvimos al hotel masticando bronca y prometiendo gastar todo lo que pudiéramos en el camino.
Al final pusimos los ochenta mil dolares abajo de la mesa de luz y mas tarde Joe Blaney lo pegó con tape adentro de un ducto de calefacción.
Después, Charly se congracio con nosotros invitándonos un servicio de geishas.”
“I’m Zorry” Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta.

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Algún día vas a ver al cretino gritar