martes, 2 de enero de 2018

Dime quien me lo robo!

“Ese 26 de diciembre Charly salió de una quinta que alquilaba en Acassuso con rumbo al estadio del Club Ferrocarril Oeste. Esa noche tocaría para unas treinta mil personas.
Era un domingo sin fútbol que había marcado 39°de temperatura a las tres de la tarde, con un minitemporal a las cinco. Cuando los Abuelos salieron a tocar el estadio hervía de aplausos y calor. El otro grupo soporte, Sueter, no fue bien recibido y Miguel Zavaleta se enfrascó en una discusión con el público.
Ya de noche Gracia llegó al escenario a bordo de un Cadillac rosa y la ovación del público tapó el “mesdames, messieurs” del presentador Jean Francois Cassanovas.
Arrancó con “Pubis Angelical” y cuando estrenó “Los Dinosaurios” las tribunas se conmovieron. La banda - Andrés Calamaro, Gustavo Bazterrica, Cachorro Lopez y Willy Iturri tocó con invitados inusuales: Nito Mestre, Pedro Aznar y Mercedes Sosa, que cantó “Inconsciente Colectivo” y “Cuando ya me empiece a quedar solo”.
Hacia el final, con los últimos acordes de “No bombardeen Buenos Aires”, una lluvia de proyectiles de artificio destruyó la ciudad de utilería creada por Renata Sshussheim. En ese momento los músicos fueron retirados del escenario por hombres de seguridad pero el público aulló por largos minutos hasta que regresaron. Nunca antes en la Argentina un músico de rock había convocado tanta gente en un concierto.
Esa madrugada, de regreso en la quinta de Acassuso, Charly abrió la puerta y empalideció: le habían desvalijado la casa durante el concierto. La había alquilado porque le gustó la piscina con forma de corazón. No volvió mas.”


“Corazones en llamas. Historias del rock argentino en los ‘80”. Laura Ramos / Cynhia Lejbowicz. Edit. Aguilar

Algún día vas a ver al cretino gritar