viernes, 22 de noviembre de 2019

Estas mezclando el dulce con la sal

“ Con David Lebón también tuve una relación muy cercana. El venía, se instalaba acá, y yo lo atendía. David es un divino, tan amoroso, tan respetuoso. Con Serú Girán estuvieron cuarenta y cinco días grabando. Habían alquilado la casa y el estudio. Gustavo vivía en la Capital.
-¿Y de Charly tiene algún recuerdo, Marta?
-De Charly tengo muchos recuerdos. Lindos y... bueno, lindos.
-Un personaje por momentos difícil -le digo, viendo que su autocensura funciona a la perfección.
-Cuando estaban grabando acá el técnico de ellos me decía: “Tené cuidado, Marta: cuando limpies debajo de la consola, no te agachés porque si entra Charly, por ahí te da una patada en el cu...” -Marta no completa la (mala) palabra-. Entonces, cuando yo iba a limpiar el control le avisaba al técnico que, para protegerme, se paraba en la puerta mientras yo limpiaba. Porque Charly entraba y... ¡pshh! contra todo lo que estaba ahí. Claro, él quería trabajar, es lógico -agrega, contrita-. Una mañana llegamos con Diana, que era la secretaria de Gustavo, y estaba... no me acuerdo, había un chico ahí que le dice a Charly: “Che, Charly, ¿conocés a Diana?”. “Sí, sí, ya la conozco, estoy trabajando”. Tengo un cuadro allá con él -dice Marta, y señala el estudio-. Carlitos, el fotógrafo, quería sacarle una foto pero Charly no quería. Entonces yo estaba sirviéndole la comida y le dice: “¿Y con Marta no te sacarías una foto?”. “Sí, con Marta sí”, dijo. Así que yo le pasé el brazo por arriba de los hombros y nos sacaron una foto, la que está allá, en la sala de estar del estudio”.
-Escúcheme Marta -la llamo- no sé cómo decirle esto, pero usted habrá notado que en el estudio, dependiendo de quién esté, suele haber algunos olores raros. O por ahí, al hacer las camas, encuentra algún paquetito sospechoso... Usted no comente nada ¿vio? A mí me preocupa un poco porque su marido es policía y algunos músicos por ahí se fuman un porro o alguna otra cosa prohibida.
-Mire Gustavo -me responde muy seria- por mi marido no se preocupe porque cuando estuvo Serú Girán acá dentro un mes entero, y yo me quejé de las cosas que hacía Charly, me dijo: “Mirá Marta, a mí no me importa si Charly es drogadicto, es borracho, maricón o lo que sea... Charly igual es mi ídolo”.
Marta, cocinera de Estudios Del Cielito
“Del Cielito. El sello del rock”. Candelaria Kristof. Inamu

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Algún día vas a ver al cretino gritar