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jueves, 9 de abril de 2020

El show de los muertos

También en Nueva York, vivía otro amigo argentino: el artista Mariano Airaldi. Como él siempre fue muy moderno, nos propuso hacer un show en una casa de velatorios que había rentado para transformarlo en un espacio dedicado a las perfomances. A Charly le gustó la idea y armamos versiones de los temas para tres músicos. Airaldi hizo afiches y los pegó por varias paredes de Manhattan: “Charly Garcia at EFH this friday”, decían. Caminábamos por distintos barrios del Downtown y los veíamos en todos lados. Con las ironías del caso, ya que se trataba de un lugar donde podía haber espíritus y energías especiales, tocamos un show donde se destacaba el estreno de una canción: “De mi”. Habia prensa y gente de MTV filmando el recital para pasarlo en la hora semanal que tenían en español. Entre el publico, en el que habían muchos argentinos y algunos latinos, se encontraba alguien a quien quiero mucho, un hada madrina espiritual: Ludovia Squirru. Ella es muy amiga nuestra y esa noche la invitamos para que nos protegiera, ya que algún espíritu de la sala velatoria podía estar esperándonos para llevarnos. Con su presencia, todo salió bien. Ella conocía a Charly desde antes, incluso aparece en el videoclip de “Estoy verde”, bailando con Fito Paez y otros personajes.
Esa noche, después del show, nos quedamos en la vereda charlando por un largo rato de lo increíble de tocar en ese lugar, de lo generosa que había sido la vida con nosotros, del “gato de metal” (signo de Charly en el horóscopo chino) y de los “caballos de fuego” como yo. Era pleno verano y hacia mucho calor. Yo andaba con unas chancletas Converse que uso desde entonces. Fue ahí que ella observó un problema que tengo en mi pie derecho. La cuestión fue que, Ludovica, en un momento de intensidad emocional, agarró mi pie derecho y lo empezó a masajear...En el medio de la calle! me decía que mi pie necesitaba mucho amor para ponerse mejor y no lo largó por una hora mientras lo acariciaba. Cuando ya estaba durmiendo en lo de Alfi, muerto de cansancio después de semejante noche, sentí un dolor punzante en el pie. Cuando me levanté, no lo podía apoyar. Estuve así por dos días. Cualquiera que haya viajado sabe que es imposible estar en Nueva York sin poder caminar. . Algo falló con ese amor que le diste a mi pie, querida Ludovica.
“I´m Zorry” Fabian Von Quintiero. Planeta. 2014

viernes, 17 de enero de 2020

Comida, no hay mas!

“La primera vez que lo ví en la clínica fui solo. Entré en una pieza que era como una celda, con barrotes incluidos. Charly estaba en un planeta lejano, muy medicado y lento. Yo le había llevado un teclado y auriculares. El tenia una guitarra acústica.
Estuve un rato. Me tocó dos temas que había compuesto con una voz balbuceante y movimientos lentos. Uno lo entendí y el otro no. El primero se me pegó en el momento. Cuando me iba le pregunté si quería que le llevara algo de comer.
- Mataría - respondió.
Le conté que había abierto un restaurant nuevo, le prometí que le llevaría ravioles con pomodoro.
La siguiente vez fui con Samalea. le llevé los ravioles de ricota y berenjenas que le habían dedicado los muchachos de Bruni. El tipo de seguridad de la clínica nos miró con sospechas.
- Que traés en esa fuente?
- Ravioles - contesté
Ahí nomás me abrió el plato que venía envuelto con papel aluminio y los revisó como si estuvieran escondida alguna cosa. Lo miré y le dije: “no son ravioles paranoicos”.
Era lo que le había prometido a Garcia. Lo dije con ingenuidad. “Ravioles” no es una oportuna en un lugar como ese. Cuando finalmente nos dejaron entrar, Charly se los devoró”.
“I’m Zorry” Fabian Von Quintiero. Planeta. 2014

viernes, 22 de noviembre de 2019

Y no olvides que yo soy...la hija de la lagrima

“Un tiempo después, Telefe invitó a Charly a cubrir un recital de Elton John en Barcelona. Otra vez me pidió que lo acompañara. Y...vamos.
Em Barcelona nos esperaba el productor de Telefe y un camarógrafo. Dejamos nuestras cosas en el hotel y nos fuimos a la playa de Sitges, donde hay mucha marcha bala. Fue terrible; estaba lleno de argentinos cholulos pidiéndole autógrafos a Charly y queriendo venderle cosas ilegales...A la noche nos fuimos a cenar a la casa de otros argentinos que nos habían invitado. Se hacía tarde y me quise ir , pero Charly no. Entonces el duelo de casa me dijo con su mejor acento catalan argento:
- Tú quedate tranquilo, yo lo llevo en un rato.
Viendo el panorama, no me quede nada tranquilo. Igual, fui a la estación de trenes y me tomé uno de regreso al hotel. Cuando me levanté a la mañana, Charly no había vuelto. A las cinco de la tarde teníamos que estar en el lobby del hotel para ir al mini estadio del Barcelona, que está pegado al Nou Camp. El productor me preguntaba y yo no tenía ni idea. Estábamos todos desesperados, porque nos habían llevado con la condición de que Charly hiciera los comentarios. Como siempre, al filo de la navaja, a las cuatro y media de la tarde en punto, apareció Charly con el tío argentino, pálido porque había sido una noche muy difícil. Claro, bancátela. Según él, Charly había muerto por un rato, onda Victor Sueiro. ¡Que suerte que resucitó antes de las cuatro y media!
El recital fue un bodrio espantoso. Cuando por fin terminó, nos fuimos a caminar por la rambla. En eso vemos a dos mujeres gritando y forcejeando. Charly encara para ahí, casi se les pone al lado. Entonces, una de las minas le pega un cachetazo a la otra y le dice:
- Y no olvides que yo soy la hija de la lágrima.
Casi inmediatamente Charly se dió vuelta y me miró.
- Así se va a llamar mi próximo disco. Y queda claro que lo hizo. O no?
“I´m Zorry”. Fabian Von Quintiero. Planeta. 2014

domingo, 31 de marzo de 2019

Si en verdad me tomás en serio

El tema que se presentó ese viernes en el Obelisco se grabó en Lujan, en diciembre de 2008. Y quiero detenerme en esto porque circuló una versión que cuestionaba cuándo se había hecho. Decían que había una grabación previa pero no, no la hay ni nunca la hubo. Quizás, tal vez, existe la posibilidad de que hubiese tocado algún fragmento del tema en vivo, pero no mas que eso. Es aquél tema que me tocó la primera vez que fui a visitarlo a la clínica. El que más me había gustado. El que había podido entender detrás de su voz tomada por la medicación . Yo siento que a algunos les molestó la vuelta de Charly. Está muy claro que hay gente que quedó afuera del negocio y habla mal por eso. Durante todo 2009 creo haber tomado conciencia de que Charly se descuidó muchísimo durante los últimos años. Viéndolo en retrospectiva, el cambio es drástico. El 2008 fue un año durísimo.
Ese viernes a la noche, luego de que había pasado todo ese asunto del Obelisco, le dije:
- Charly, hoy pasaste un día bárbaro, pero sos Charly Garcia, sos muy público y siempre hay gente que te va a querer joder. Igual no pienses que estas haciendo algo mal, vas por buen camino, pero mala leche siempre hay.
Porque, la verdad, también es cierto que él esta haciendo las cosas como puede . Está muy preocupado por salir adelante y estar bien . Hace ejercicios y hasta corre en una cinta. Dice que es un embole pero lo hace igual. Y por supuesto que tienen días difíciles, pero ya no sufre ataques de ira ni de soberbia; es organizado, respeta los horarios...lleva una vida mas normal de la que tenía.
El sábado, al día siguiente de lo del tema, estaba pautado filmar el video con Sebastian Ortega en la dirección. Yo no entendí porque llamaban actores y no nos ponían a nosotros para hacer algunos personajes . En los videos siempre rinde que los músicos se prendan . Solo cuando me quejé , me dieron el papel de mozo mayordomo, todo vestido de blanco. Que raro! Yo, cerca de la comida.
“I´m Zorry”. Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta

domingo, 23 de diciembre de 2018

Se ha abierto un piano bar

“...era el bar para ir cuando querías rock (CBGB). Fueron muchas las veces que fuimos con Charly, pero la que mas recuerdo es cuando estábamos mezclando Como conseguir chicas. Una de las noches libres de estudio al CBGB después de comer en un restaurante mexicano del Village que a García le encantaba. Esa noche en el CBGB había una banda medio punk grunge desconocida que no paraba de hacer ruido. Yo estaba muy cansado de estar todas las noches despierto en el estudio y casi no dormir durante el día para aprovechar a comprar ropa, discos e instrumentos, ademas de conocer lugares para comer. Al rato de llegar me senté en un sillón y en un segundo sentí un tsunami de sueño. Dormirse en el CBGB sin haber tomado nada (ni whisky, ni vodka, ni bourbon, ni siquiera cerveza) es un papelón difícil de superar en mi historia musical.
Pero no todo era rock en Nueva York. Una vuelta acompañé a a Charly a un banco. Quedaba en la Quinta Avenida, donde a García lo reconocían los argentos y latinos. Era común que lo pararan en la calle para pedirle fotos y autógrafos. Llegamos al banco y fuimos para el ascensor. Cuando se abrió la puerta fue muy grande la sorpresa: adentro estaba nada menos que el gigante Astor Piazzolla. No bajó, siguió con nosotros unos pisos más. Charly se sorprendió mucho y lo saludó con un “Hola, Astor” que sonaba a muchísimo respeto. Piazzolla le devolvió el saludo con un “Que hacés, pibe?” que definitivamente sonó a tango. Fue un encuentro casual que nunca se dio en el escenario, pero que hubiera sido genial. Sin dudas.
Y hablando de tango y de grandes, otro gran momento fue la noche en que fuimos con Charly y Samalea a escuchar al mas grande cantor de tangos que he visto: el inigualable Roberto Goyeneche. Fue en el recordado local Michelangelo, una noche donde el Polaco de Saavedra cantaba con una mujer que se las traía: era Adriana Varela, una pesada del tango, tremenda voz y gran amiga. Después del show pasamos al camarin y pudimos saludar y conocer al maestro, y comprobar de cerca su grandeza y humildad. Un gran recuerdo para nuestros oídos.
“I´m Zorry” Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta

viernes, 24 de agosto de 2018

Yo nací para mirar...

Por esos tiempos los Rolling anunciaban su regreso después de varios años. Steel Wheels era el disco que los juntaba una vez mas, desterrando la idea de la separación. Fue entonces que el diario Clarin le ofreció a Charly ir a cubrir la gira, que empezaba en Filadelfia , Estados Unidos. Como Charly nunca quiere viajar solo, volvió a pedirme que lo acompañara. No dudé ni un segundo. Otra vez a Nueva York con todo pago y a ver a los Rolling Stones por primera vez. Que regalito!
Nos alojamos en el mismo hotel de siempre. Al otro día teníamos que tomar el tren que sale dela Madison Square Garden para viajar a Filadelfia; pero pasó lo que muchas veces pasaba en esos viajes con él; cuando llegó la hora de salir para el recital, Charly estaba durmiendo y no hubo manera de hacerlo arrancar. Así que tuve que ir solo. Viajé un par de horas y llegué solo con la dirección del hotel donde tenia que acreditarme.
Después de comer volví a la estación para esperar a Charly. No estaba seguro de que llegara pero al final apareció con Maria Mera Figueroa, una de sus amigas que vivía en Manhatthan.
Con la adrenalina a full, fuimos al estadio. La escenografía era impactante, la gente estaba como loca y yo no podía creer todo lo que veía. Charly - que no es como el resto de los mortales - estaba tranquilo, en otro plano, mirando todo con atención. Era raro verlo como audiencia, sin ser el centro del mundo. Estábamos bien ubicados, en un lateral.
Cuando aparecieron los Rolling no entendíamos nada. La gente estalló. Jagger se comía el escenario y Richards riffeaba tal cual; pero, al quinto tema se cortó la luz del escenario y se suspendió el show por un rato. Según Bernard Fowler, si corista y a quien conocí años después fue la única vez que pasó algo así en un recital de los Stones.
A los quince minutos volvieron y la rompieron hasta el final. Al otro día nos llamaron de Clarín: Charly les contó algo y me pasó el teléfono . Las dos columnas salieron publicadas en el Suplemento Si! del día siguiente.
“I’m Zorry”. Fabian Von Quintiero. Edit. planeta

sábado, 17 de marzo de 2018

Y siento un humo como familiar...

“Ahí Charly me confirmó que iba a seguir. Casi no nos conocíamos, pero a los pocos días me pidió que lo acompañara a Nueva York para comprar los teclados para la nueva gira. En esa época Charly podía llegar a viajar a Nueva York cuatro veces por año a grabar, mezclar o filmar un video; eran otros tiempos y las compañías discográficas gastaban mucho en pagarles viajes a sus artistas para producir y difundir sus obras. Muchos músicos iban a comprar instrumentos , captar nuevas influencias o a producir sus discos. Así que a los pocos días de mi primer recital estaba viajando a Nueva York con Charly, que conocía bien la ciudad.
Claro que no faltarían los problemas. Supuestamente, Charly se iba a encargar de reservar dos cuartos en el Hotel Washington Square Park, , en la esquina de Waverly Place & Mc Dougall Street, en el Village, pero cuando llegamos el recepcionista nos dijo que el hotel estaba completo y que no tenia reservas a nombre de “Mister Garcia”. Menos mal que estaba esperándonos Joe Blaney , un ingeniero de grabación que había trabajado en Clics Modernos y Piano Bar, y que también trabajó con The Clash, Prince, The Ramones y Keith Richards, entre otros. Un grande que nos tranquilizó:
- No problem - dijo - Tengo un estudio en el Soho. Se pueden quedar esta noche.
Con el tema resuelto por un día, dejamos las valijas en el hotel y nos fuimos a desayunar a un coffee corner. Como siempre, Charly se pidió - a las nueve de la mañana - una cheeseburguer y una Coca Cola. Después nos fuimos a caminar por el Village y el Soho.
Cuando llegamos al estudio donde pasaríamos la primera noche fue tremendo: era un monoambiente de cuatro por cuatro, sin muebles, todo pelado. Pregunté donde íbamos a dormir. Joe sacó una colchoneta del ropero:
- Bye! See you tomorrow - dijo, y nos dejó con la boca abierta.
¿Una colchoneta? Eramos dos!! Por supuesto, hay jerarquías en el rock. Y ese “lujo” quedó para Charly. Yo me tiré en el piso y traté de dormir.
No fue fácil compartir el espacio reducido. Ya con Charly dormido, intenté usar un pedazo de la colchoneta; pero él se movía y me empujaba con los brazos, así que no me quedó otra que dormir en el piso, aunque “dormir” es una palabra demasiado optimista. Para colmo, había un ruido constante de la calefacción, que tiraba a cada rato un montón de vapor. Llegué a pensar que el estudio estaba incendiándose, no sabía como era el tema de las calderas americanas. Tenía tanta angustia que me quería ir a mi casa. Pero estaba en Nueva York. Y nada menos que con Charly Garcia.
Después de pasar una de las peores noches de mi vida, nos levantamos y nos fuimos a tomar un café. Del desayuno pasamos directamente al hotel. Por fin íbamos a tener una cama decente. El Washington Square era el hotel preferido de Charly en sus viajes a Estados Unidos, y son varios los temas que compuso en esas habitaciones, de las cuales salíamos a veces solo para ir a algún liquor store, a comprar un par de botellas del tradicional sake japonés, que calentábamos llenando la pileta del lavatorio del cuarto. En ese tiempo, la ciudad atravesaba una crisis de inseguridad y el hotel tenia rejas para que no lo asaltaran. Quedaba frente al Washington Square Park (donde filmamos el video de “Fanky”) y, si uno empezaba a caminar cruzando el parque, en dirección al Village, se sentían familiares aromas a hierbas. Era común que los dealers se acercaran a venderte algún pastito y que la Policía te cayera encima un segundo después. Algo de eso describe muy bien Charly en “No soy un extraño”.
“I’m Zorry” Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta

viernes, 22 de diciembre de 2017

No te dejes desanimar

“En 1985, Sueter edito “20 caras bonitas”, un disco que tenia temas como “Jugo de tomate frío”, “Pánico en la ciudad” y “El anda diciendo”. Lo produjo Charly Garcia para el sello Interdisc. El que ponía la plata era Pelo Aprile, un grande de la industria y de las promesas delirantes.
En una reunión antes de empezar, Pelo nos prometió ir a grabarlo a Ibiza. Yo estaba flasheado. Recién iba a grabar el primer disco y ya me estaban llevando a Europa. En ese entonces, Ibiza era un descontrol y se podía ver, desnudos por la playa, a algunos conocidos empresarios del rock nacional; pero eso lo supe por Charly, porque a pesar de la promesa, con Sueter jamas fuimos a grabar allá. Pelo, todavia nos debés el viaje...
En cambio, el disco lo grabamos en el barrio de Once, en los estudios ION, con un grande de las perillas, el uruguayo Da Silva, un ingeniero que hizo todo el laburo hasta que un día pareció Charly y lo mezcló. Garcia trabajaba con los ojos fijos en la consola, casi sin hablar. Entre el técnico, Zavaleta y él, terminaron de darle forma a “20 caras bonitas”. Yo miraba desde lejos y siempre tratando de meter algún comentario que Charly ni siquiera escuchaba. No me dió cabida nunca, no me registró. No te dejes desanimar, algún día vas a tocar con él, me dijo alguien en esas sesiones de mezcla. Y así fue.”


“I´m Zorry”. Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta

domingo, 17 de septiembre de 2017

Aguante la amistad

“Después de esa pasta hecha con amor, quedamos en que la próxima visita íbamos a tocar. Le gustó la idea, dijo que estaría bueno y que en el lugar había un salón . Cuando fuimos por tercera vez, ya para tocar, estaban todos arriba , esperando en el salón. Entramos Charly, Samalea, yo y un invitado especial: Nito Mestre, que se había recuperado de su adicción al alcohol y era una buena influencia. El publico nos dejó con la boca abierta: ahí sentados, cada uno en su mambo, estaban los internos.
Formamos con Garcia al piano y Nito con la guitarra acústica. Lo que salió fue un recital de Sui Generis exclusivo para los internos de la clínica. Todos tenían una energía terrible, cantaban; fue un up para los internos, una enorme felicidad.
Cuando nos asomamos nosotros, Charly nos llamó. Samalea armó sus cosas, yo agarré una acústica, Charly siguió en el piano y Nito con su guitarra. Tocamos “Amigo vuelve a casa pronto”. En un momento lo miré a Sama. No lo podíamos creer; estábamos tocando con Sui Generis para internos de una clínica psiquiátrica. Yo me sabia las canciones de Sui de cuando zapaba en la playa, de adolescente. Fue un flash. Miraba a los internos y me sentía muy bien de poder contribuir a su felicidad, un poquito entre tanta desgracia. era muy Sweet Generis.
Todo estuvo lindo hasta que a Charly se le cruzó un cablecito y se lo llevaron.”
“I´m Zorry”. Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta.

lunes, 26 de junio de 2017

La Ruta del Tentempie

“En esa época viajábamos a Nueva York con cualquier excusa. La Sony grababa los discos de Charly y le daba mucho presupuesto para la producción. Eso incluía los viajes y las estadías mientras grabábamos, mezclábamos y masterizabamos. Charly hacia eso desde Clics Modernos y para él era muy habitual. Usabamos el estudio Electric Lady, donde grababa Jimmy Hendrix. Tambien el Unique. Masterizabamos en Sterling Sound. O sea, todo primera A. Habia tanta guita para los discos, que si ya de vuelta en Buenos Aires Charly encontraba algo para corregir, volvía a viajar y Sony le daba plata para todos esos gastos. Esos miles de dolares - otra época, esta claro - algunas veces los llevaba Garcia en su bolsito.
Lo bueno de su amistad es que nunca quería viajar solo. Yo era el primer anotado o el que primero se anotaba. A cambio, me tenia que hacer cargo de algunas cuestiones. A veces seteaba los pasajes y los hoteles. Entonces le fui con el cuento del helicóptero entre el aeropuerto Kennedy y el de Manhattan. Pero mejor que lo cuente Alfi Martins, que fue tecladista conmigo al principio de la banda, y quien para mi es como esos hermanos que viven en el exterior y que también se anotó esa vez.
“Yo tenia que ir a sacar la visa para viajar a Nueva York y pensé que si Charly me acompañaba todo seria mas fácil, así que quedamos en encontrarnos esa mañana en la puerta de la embajada. Unos minutos de espera me sirvieron para darme cuenta de que iba a tener que ir a buscarlo y probablemente tirar la puerta abajo para despertarlo. Y así fue. De vuelta en la embajada, la cónsul nos pregunta que íbamos a hacer a Estados Unidos.
- vamos a ver a Prince - responde Charly.
- Ah - dijo la cónsul. - que buena razón para negarle la visa! -
Todo mal. justo en ese momento, otros empleados que estaban detrás de la cónsul se acercaron y empezaron a pedir autógrafos y a querer saludar, así que zafamos.
Con el Zorrito habíamos averiguado que, al viajar en Clipper Class en Panam, podíamos tomar el helicóptero en Nueva York y bajar en la terraza del edificio de Panam en pleno Manhattan. ¡Era la hostia! ¡el glamourometro explotaba! Tomamos el vuelo los tres y entre champagne y Jack Daniels no parábamos de arengarnos y autodeclaranos “Master del Universo”, “Feel the power”, etc.
Pero cuando el vuelo hizo escala en Rio, Charly salio de la zona de transito para darle una plata a Ivonne, su manager en Brasil. Cuando quiso volver, la policía no lo dejaba entrar. Encima, lo revisaron y encontraron el cash que tenia encima para volver a mezclar algunos temas: mas de ochenta mil dolares. ¡Ay! Terminamos los tres en la confitería del aeropuerto rodeados por ocho policías de civil y viendo como nuestro avión despegaba y nosotros seguíamos ahí, con futuro incierto.
Estuvimos esperando varias horas . No sé como se arregló pero al final nos dejaron subir en un vuelo de Varig que salia mas tarde.
De mas esta decir que que el helicóptero a la terraza de Pan Am fue canjeado por el triste y acostumbrado taxi amarillo inmerso en una ola de trafico. El glamourometro cayó tan bajo que se redujo a la frase “esto a Bono no le pasa”.
Cuando llegamos al hotel, no habían hecho las reservas y Charly estaba verde. Se fue a dormir, pero antes nos pidió que fuéramos al banco a depositar la guita. Fuimos, ya de malhumor, barbones y recontraquemados. El tipo del banco nos miro como si fuéramos a depositar quinientos dolares. Cuando vió que nuestras camperas no terminaban de desinflarse de todos los paquetes que sacábamos empezó a decir “no, no, no pueden depositar esta cantidad...tiene que venir el titular de la cuenta”
Lo llamamos. ¡Charly! tenes que venir vos a depositar...¡Charly! se escucharon algunos sonidos incongruentes y colgó. Segundo llamado ¡Charlyyyy! En el banco dicen que si no viene el titular de la cuenta no se puede hacer el deposito...Mas sonidos incongruentes, aunque esta vez creo que dijo algo así como ”¡nooo logooo, estoyy durmiennnn..” y colgó.
Recién en el tercer llamado pudimos escuchar algo parecido a una respuesta afirmativa. Entonces nos hicieron pasar a una habitación para esperar hasta que Charly llegara. Estábamos ahí cuando alguien en algún momento me tocó el hombro. era el encargado de la limpieza.
- y ustedes? - preguntó. Que hacen acá?
- estamos esperando al titular de la cuenta.
- pero si el banco cerró hace dos horas? Acá no quedo nadie!
Nos habíamos dormido esperando a Charly que, obviamente nunca vino. Y nos habían dejado olvidados dentro del banco. Volvimos al hotel masticando bronca y prometiendo gastar todo lo que pudiéramos en el camino.
Al final pusimos los ochenta mil dolares abajo de la mesa de luz y mas tarde Joe Blaney lo pegó con tape adentro de un ducto de calefacción.
Después, Charly se congracio con nosotros invitándonos un servicio de geishas.”
“I’m Zorry” Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta.

sábado, 20 de mayo de 2017

Voy en avion

“En 1992, Charly fue invitado al festival Les Alumnes en Nantes, Francia. En ese festival todos los años se homenajeaba a una ciudad distinta. En esa ocasión le tocaba a Buenos Aires. Habían invitado a músicos, artistas plásticos y actores, entre ellos a Alejandro Urdapilleta y Michel Peyronel de Riff. En esa época, Charly estaba grabando un disco nuevo por la vuelta de Seru Giran. Yo tenia un poco de miedo sobre mi futuro, porque lo de Seru se iba a llevar un año largo y necesitaba encontrar alguna banda en donde trabajar con mas seguridad.
En medio de esa grabación surgió la posibilidad de hacer el show. El día previo al viaje, Charly había pasado la noche con Seru en los estudios Del Cielito. estaba muy metido y con pocas ganas de viajar, pero igual lo fueron a buscar al estudio y lo llevaron a Ezeiza.
Ni bien llegamos y mientras los músicos estábamos haciendo la fila del check in, Charly se metió en el local de regionales. Al rato salió vestido de gaucho, con alpargatas, sombrero, bombacha, cinturón y un mate. Pero en ese mate no había yerba; había un doble scotch sin hielo. Whisky con bombilla? Inédito. También había comprado un set de maquillaje Pupa. Así vestido y maquillado, se puso en la fila con nosotros. Cuando llegó al mostrador se dio cuenta de algo que lo volvió loco.
- ¿Como !? ¿¡Clase turista!? ¡Yo soy una estrella! - le gritó a la mina de Aerolíneas.
Fernando Samalea y yo, que siempre nos divertíamos mucho con las ocurrencias de Charly, nos empezamos a reír. Pero cuando el griterío se puso peor, en pleno ataque rock star, nos empezamos a preocupar.
- !Yo no viajo con actores! - gritaba Charly y señalaba al resto de la delegación.
Ahí nomas, siempre vestido de gaucho, sacó ocho mil dolares del bolsillo y pidió dos pasajes en primera clase. Uno era para él y el otro para Hilda Lizarazu. Tampoco eso lo calmó. En la fila para embarcar, se puso delante de todos, lo miraron feo unos cuantos. Apenas subió al avión pidió un whisky, a los cinco minutos, otro. Lo que Garcia buscaba era que lo bajaran del avión. Así fue. El Comandante lo bajó porque “atentaba contra la seguridad del vuelo”. Charly consiguió lo que buscaba: volver al estudio y viajar otro día.
Yendo de Ezeiza hacia Castelar, la combi quedó atascada por el transito. Charly tenia que volver a la grabación de la reunión de Seru Giran, entonces se bajó y empezó a caminar por el Camino de Cintura. Un tipo lo reconoció, paró el auto y le ofreció llevarlo. Charly se subió. El tipo estaba escuchando un cassette, pero a García no le importó, lo sacó, lo tiró por la ventana y puso uno con los temas que estaban preparando con Seru. Todavía seguía vestido de gaucho.
Tres días después, viajó a Nantes. Llego a la estación en el tren bala, de excelente humor y acompañado por Quebracho.
- Y el Pupa -, le preguntamos.
- No lo traje”.
Fabian Von Quintiero
“I´m Zorry”. Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta

lunes, 20 de marzo de 2017

Antes de Gira

“En el verano de 1987, ya con problemas en Soda, me encontré con Fernando Samalea en Mar del Plata y me mostró unos demos de Parte de la Religión. Fernando ya tocaba con Charly. Yo había conocido a Samalea cuando tenia 15 años, en un pub de Belgrano que se llamaba Station. Samalea tocaba ahí algunos sábados con Cristian Basso y Diego Frenkel, en un grupo que se llamaba Clap. Fernando era un tipo muy agradable y enseguida nos pusimos a charlar. Después nos fuimos encontrando a lo largo del tiempo e hicimos una amistad que ya es como una hermandad”.
Estaría bueno que tocaras con nosotros-me dijo Fernando esa noche, con el cassette en la mano. Ahí nomas escuchamos esos demos en el autoestereo de mi Renault 11. Fue un flash, porque enseguida tuve la sensación de que podía entrar al grupo.
Sabiendo que me iba de Soda, pensé que seria increíble pasar a la banda de Garcia. No tenia trato con él y no hacia mucho tiempo lo había visto por tercera vez en mi vida, en una fiesta en una casa de Nuñez.
- Yo quiero tocar con vos- le dije , casi temblando, cuando lo encontré.
- Ok, tranqui, yo te aviso- me respondió Charly, sin dejarme muy “tranqui”.
Ya fuera de Soda, en un domingo de abril y mientras miraba por televisión los sucesos del levantamiento cara´pintada en Semana Santa y el “Felices Pascuas” de Alfonsin me llama Fernando Samalea y, sin anestesia, me dice:
- Venite a lo de Charly a la tarde. Tocamos esta noche en Barrancas de Belgrano en apoyo a la democracia.
- Donde es?- pregunte.
: Coronel Diaz y Santa Fe, séptimo piso, departamento 15.
¡Las cosas que viviría en el cuartel general del Say No More! Pero, en ese momento, ese departamento todavia no era legendario.
En este punto, es bueno que tome la palabra el mismísimo Samalea: “después de grabar Parte de la Religión en Nueva York, la banda de Charly se había desmembrado y teníamos que buscar nuevos músicos. Enseguida pensé en el Zorrito, pero Charly tenia en mente a Alfi Martins. Cuando insistí me dijo: Cual es? Ese que revolea el pulover con Soda Stereo? Una vez habíamos estado en un recital de Soda en La Falda y el Zorrito se había destacado por revolear el abrigo mientras tocaba el teclado, mucho tiempo antes de que Soledad Pastorutti hiciera algo parecido en Cosquin.
Esa tarde toque el timbre del departamento de García en la calle Coronel Diaz. estaba nervioso pero muy feliz. Recordaba las tardes y las noches que me había puesto sobre el piano a sacar sus canciones y todas las veces que - desde el publico - me había imaginado estar el el lugar de Fito Paez o de Calamaro como tecladista del bicolor.
Apenas entre al departamento, vi que sobre el piso estaba el Roland Jupiter 6 que uso García para pasarme el primer acorde de “Demoliendo hoteles”. Yo volaba por las nubes. estaba a un paso de convertirme en un “enfermero”.
“I’m Zorry”. Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta.

Algún día vas a ver al cretino gritar