viernes, 28 de diciembre de 2018

Ella adivinó

Es esos años todos grabábamos en los Estudios Del Jardín, en Talcahuano y Santa Fe. Un día no sé por qué estaba Charly - ya me había visto en las Bay Biscuit - y me dijo: “Vos cantás, ¿no? Venite mañana”. Al otro día fui. Charly me miraba muy fijo y yo pensaba: “Quien estará detrás de mi?, ¿porque me mira tanto?”. Un poco de colmillo había, y otro poco buscaba saber qué era. Él ve todo antes que los demás. es verdad eso que canta en “Cinema Verite”, “yo nací para mirar lo que pocos quieren ver”. Al día siguiente de vernos en el estudio compuso “Pubis angelical”, inspirado en uno vaya a saber qué; quizás tenga algo que ver. Eso fue lo primero que grabé en mi vida, cinco voces armonizadas de “Pubis angelical”, y gracias a eso pasaron muchísimas cosas importantes en mi vida. Charly era un tipo iluminado, divino, me hacia sentir bien, jovial. Era Lennon, así de corta.
Después de eso, cuando entramos en confianza, se armó un grupito con los pre - Abuelos de la Nada, los pre - Twist y Andy Cherniavsky, que salía con Andrés Calamaro. Una vez estaba en el Mercedes azul de Luis Alberto Spinetta con él y con Charly. “A dónde te llevamos?”, me preguntaron. “Yo ahora voy a tocar a un barcito”, conté. “Vos que hacés?”, me dijo Luis. Y Charly le respondió: “Ella canta, cantan muy bien en un grupo que se llama Los Twist y nos iba a ver al Cafe Einstein, hasta que un día nos llevó a grabar a Estudios panda. Teníamos tres días para grabar nuestro primer disco, La dicha en movimiento, y así fue. Fue nuestro productor.
Fabiana Cantilo
“Seru Giran. La historia”. Walter Dominguez. Edit. Planeta

domingo, 23 de diciembre de 2018

Tengo la esperanza de encontrar un sonido

Gilabert: Yo era un caradura porque me gustaba investigar. Con Seru Giran, por ejemplo, empecé con La Grasa de las capitales y me daban libertad para producir el sonido. Los músicos no opinaban mucho, confiaban en mi. Recuerdo que los Seru Giran vinieron con Grinbank a Ion y arreglaron un turno de grabación por varios días. Pero empecé a trabajar con ellos, proponía cosas y a todo me decían que si. Entonces fui para adelante y así salió el sonido de rotontons (de Oscar Moro), sin cámara ni nada, salvo las EMT famosas. Yo usaba la sala como ámbito sonoro. Por otro lado, los Seru Giran me dieron un arma tremenda que fue poder hacerle el sonido en vivo. Ahí vos escuchás como suena un grupo. Estaba en los ensayos y en los shows. Yo soy partidario de que lo que suena en el escenario se lleva al disco. Eso para mi es un principio fundamental.
Da Silva: Un día me llama Grinbank para decirme que Charly quería grabar su nuevo disco conmigo en Ion. Como yo sabía que Amilcar era su ingeniero antes de responder a Grinbank lo hablé con Amilcar y él me dijo que fuese para adelante. Lo único que me dijo fue :”cobrale caro” (risas). Así que cerraron el estudio durante una semana y al cuarto día ya teníamos grabado todo Piano Bar. Fue una grabación buenísima, con todos tocando en la sala, estaba los GIT y Fito Paez. Charly es un tipo que ve el cuadro completo antes de empezar a grabar una nota, ya sabía lo que quería antes de entrar al estudio.
Revista Rec or Play

Se ha abierto un piano bar

“...era el bar para ir cuando querías rock (CBGB). Fueron muchas las veces que fuimos con Charly, pero la que mas recuerdo es cuando estábamos mezclando Como conseguir chicas. Una de las noches libres de estudio al CBGB después de comer en un restaurante mexicano del Village que a García le encantaba. Esa noche en el CBGB había una banda medio punk grunge desconocida que no paraba de hacer ruido. Yo estaba muy cansado de estar todas las noches despierto en el estudio y casi no dormir durante el día para aprovechar a comprar ropa, discos e instrumentos, ademas de conocer lugares para comer. Al rato de llegar me senté en un sillón y en un segundo sentí un tsunami de sueño. Dormirse en el CBGB sin haber tomado nada (ni whisky, ni vodka, ni bourbon, ni siquiera cerveza) es un papelón difícil de superar en mi historia musical.
Pero no todo era rock en Nueva York. Una vuelta acompañé a a Charly a un banco. Quedaba en la Quinta Avenida, donde a García lo reconocían los argentos y latinos. Era común que lo pararan en la calle para pedirle fotos y autógrafos. Llegamos al banco y fuimos para el ascensor. Cuando se abrió la puerta fue muy grande la sorpresa: adentro estaba nada menos que el gigante Astor Piazzolla. No bajó, siguió con nosotros unos pisos más. Charly se sorprendió mucho y lo saludó con un “Hola, Astor” que sonaba a muchísimo respeto. Piazzolla le devolvió el saludo con un “Que hacés, pibe?” que definitivamente sonó a tango. Fue un encuentro casual que nunca se dio en el escenario, pero que hubiera sido genial. Sin dudas.
Y hablando de tango y de grandes, otro gran momento fue la noche en que fuimos con Charly y Samalea a escuchar al mas grande cantor de tangos que he visto: el inigualable Roberto Goyeneche. Fue en el recordado local Michelangelo, una noche donde el Polaco de Saavedra cantaba con una mujer que se las traía: era Adriana Varela, una pesada del tango, tremenda voz y gran amiga. Después del show pasamos al camarin y pudimos saludar y conocer al maestro, y comprobar de cerca su grandeza y humildad. Un gran recuerdo para nuestros oídos.
“I´m Zorry” Fabian Von Quintiero. Edit. Planeta

Tu cuerpo es un vidrio

“Me acuerdo que la hice cuando escuché a Tayda Lebón cantando “Blanca Navidad”. La música es clásica, pero no la hice para demostrar nada, aunque es cierto que la toco para demostrar que puedo tocar así. Cuando hice la letra me acuerdo que pensé en lo del fakir y en algo alegórico...pensé en alguien victima de la Inquisición y en ese clima de sanguijuelas y tortura.. Hasta pensé en Houdini escapando y mirando alrededor! Y parte de la música la hice cuando era chico”
Charly Garcia sobre “Desarma y Sangra”


“Antología del rock argentino. La historia detrás de cada canción”. Maitena Aboitiz. Ediciones B

Te acuerdas de Billy Bond cuando cantaba la del limon?

Un día me llama por teléfono Oscar Lopez , me dice que Charly estaba en Buzios , si yo lo podía ayudar para alguna cosa. En un viaje de esos me voy a Buenos Aires , me encuentro con Celasco, que era el dueño de Music Hall, y negocio sacar un sello que fuera distribuido por Music Hall. Hice un negocio medio multinacional, iba a ser un negocio bien armado. Hacemos punta con Charly, que ya estaba en Buenos Aires y estaba bien. Nito que también estaba bien, Pastoral, que estaban fuertes y yo hago un disco para divertirme un poco. Lo llamo a Charly, le digo - Charly, tengo un negocio para hablar con vos, tengo que encontrarme con vos - Que hacés Bondo, hijo de puta - y no sé que. Fui a la casa de Charly solo, sin Oscar Lopez, porque estaban peleados, tomamos un café y le digo - mirá, tengo tanta guita para hacer un long play, lo vamos a hacer de tal forma, de tal forma - Bien, el juego super abierto como siempre fue con Charly, le gustó la idea y arreglamos para firmar contrato al día siguiente. El mismo día lo fui a ver a Nito y cerramos, ahí me voy a ver a Pastoral que no los conocía, fuimos a cenar, halé con los chicos y arreglamos. Al día siguiente a las 9 de la mañana fui a Music Hall, le dije a Celasco si tenía una maleta con la guita pronta porque había que pagarle a los músicos en el momento, me dijo - sí, no hay ningún problema -. No me acuerdo cuanto era pero era una suma importantísima, creo que eran 100 o 150 mil dolares en cash, en dinero. Armaron los contratos, a las 11 fueron cayendo, firmaron y se llevaron la guita en el momento. Negocio cerrado, de un día para otro montamos un sello que se llamaba Sazam Records. Dos días después me reuní con cada músico para ver la pretensión que tenían y nos mandamos a Brasil a grabar. Alquilamos una casa en San Pablo, los chicos se quedaron en casa ensayando durante 20 días, un mes; cuando estuvo pronto entramos a grabara en el Estudio El Dorado y mezclamos en la ABC de Los Angeles. Yo había montado un negocio que era un sello discográfico distribuido por Music hall , un negocio que era nuestro, el negocio con Celasco fue hecho en bases serias, tipo yo soy socio, no soy patrón ni empleado, como eran las relaciones siempre con esa gente. , entonces exigí que fuera un negocio bien hecho , con una productora que tenga vida propia, inclusive dejé dinero para que Oscar montase una oficina, con gente para mantener, pero volví de grabar los 4 discos, después de 3, 4 meses, Oscar Lopez estaba sentado al lado de Celasco y me pareció que se había jugado para otro lado. Yo lo miré y le dije - Oscar, este no es el negocio que nosotros necesitamos, nosotros precisamos independencia - Bueno, que si, que no, aquella historia, lo llamo a Charly, le digo - Charly, mirá tenemos un disco más, arreglate, el contrato es tuyo, exigí lo que dice el contrato, producítelo vos - porque yo no podía quedarme en esas condiciones en Buenos Aires, entonces continué mi carrera aquí en Brasil.
Billy Bond
“Historias del rock de acá. Primera generacion”. Ezequiel Abalos. Editora AC

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Intuición

“La grabación de “Solo le pido a Dios” fue algo impresionante. En realidad, no la pensaba grabar, no la tenia muy en cuenta porque era una canción que tenia todas las estrofas iguales. Pero un día, cuando ya estábamos mezclando el IV LP llega al estudio ION Dino Saluzzi , uno de los músicos con los que Gustavo Santaolalla me dijo que tenia que tocar cuando lo vi en Los Ángeles de la escala de regreso de Europa.
Empezamos a hacerla y después la trabajamos por partes hasta completar unas cinco tomas distintas. Pero el técnico Amilcar Gilabert había grabado la primera pasada, tocada en vivo, para tenerla como referencia. Como no sabíamos cual de los bandoneones incluir , volvimos a escuchar la primer versión, la de referencia. Justo en ese momento, como a las dos de la mañana, Charly, que estaba deambulando por Buenos Aires, entra al estudio y se queda impresionado con el tema y dice que hay que dejarlo así, que es perfecto. La pusimos al final del disco, hasta que Oscar López la escuchó y decidió ponerla como primer tema porque, según él, era el mejor de todos. Enseguida pasó de ser una canción más, medio monótona, a una especie de himno nacional”.
“Leon Gieco. Cronica de un sueño”. Oscar Finkelstein / Leon Gieco. Edit. Planeta

Escucho el beat de un tambor

Fueron exactamente diez días de grabación en Buenos Aires. Llegamos con unas maquetas que había hecho Charly en su casa y empezamos a trabajar sobre los temas que estaban bastante claros, en general. Nos conseguimos una evolución de la famosa Drumulator que era la SP12, la misma marca pero un modelo más moderno. También conseguimos unos samples mágicos de batería, que son los que se escuchan en casi todo el disco, y que no me acuerdo de dónde salieron. El dueño del estudio dijo un día: “Pasó Ricardo y te dejó esto”. Y yo pregunté: “qué Ricardo?”. “No sé, un muchacho que dijo que no sabia si te ibas a acordar, pero que te dejaba esto”. Pero igual miré. Eran diskettes. Puse el primero y no podíamos creer el sonido que salia de ahí adentro. Fue magia”
“Rec & Roll. Una vida grabando el rock nacional”. Mario Breuer. Edit. Aguilar

No importa si te queres ir

“A mi me pasó algo parecido al grabado de M. C. Escher cuando salía de la casa de Charly después de dos días seguidos de estar componiendo. Los ascensores no andaban y bajé por las escaleras. Pero el portero estaba durmiendo (en horario de trabajo) y nadie salía ni entraba al edificio. Volví al 7° piso para pedirle las llaves a mi compadre y al regresar a la planta baja me dí cuenta de que si salía del edificio, Charly se quedaba sin llaves. Nuevamente siete pisos por escalera ascendente y después de varios intentos de buscar una solución al problema, coincidimos en atar el llavero a un hilo para que él pudiera rencontrarse con su “open doors”. Pero existía la complicación emergente de que las llaves estarían colgando fuera del edificio y yo tenía que esperar que alguien pasara por la vereda y gritarle que me abriera la puerta. No era tan difícil. Cuando logramos encontrar un carrete de hilo de 7 pisos de altura, atamos el llavero y emprendí el nuevo descenso. En realidad no fue necesario, porque al salir del departamento, me dí cuenta de que el ascensor funcionaba y al bajar, la puerta de entrada estaba abierta porque el encargado se encontraba baldeando la vereda”.
Pipo Cipolatti
“Pipo Cipolatti. Lo que nunca se dijo”. Edit. Distal

Un chico conectado con la ciencia

Carmen Moreno comenzó a trabajar fuerte en radio, como productora de “Folklorísimo”, un programa muy exitoso en donde distintas estrellas de la canción telúrica se convirtieron en invitados estables. Carmen les habló a todos de su hijo, y no exageraba cuando decía que era un Mozart de nuestros tiempos. Eso lo comprobó Mercedes Sosa, un día en la casa de los García Moreno, al escuchar tocar a Carlitos y comentarle por lo bajo a Ariel Ramírez: “Este chico es como Chopin”.
Otro de los que se sorprendieron fue Eduardo Falú, quien descubrió que lo de Carlitos iba más allá de un talento natural para la música. Una noche, en un show producido por Carmen, se puso a ejecutar la guitarra para probar sonido. A poco de tocar se escucha una vocecita:
—El maestro tiene una cuerda desafinada —le dice Carlitos a su madre, que no pudo evitar que Falú escuchara.
—A ver ¿qué es lo que dice el chango? —se acerca Falú, divertido.
—Nada, Eduardo. Le pareció que había una cuerda desafinada —intentó zafar Carmen.
—¿Ah sí? ¿Cuál es? —insiste Falú.
—Ésta —le responde Charly señalando la quinta cuerda.
El maestro hace vibrar el La y comprueba que, efectivamente, está desafinada. Así todos descubren que Carlitos tenía oído absoluto, una capacidad con la que nace solamente una persona entre cada millón.
“No digas nada”. Sergio Marchi. Edit. Sudamericana

sábado, 27 de octubre de 2018

Alguien en el mundo piensa en mi

“En la mitad de la grabación de “Say no more”, en Madrid, noté que todo lo que estaba haciendo era para una sola persona. Hice “Canciones de jirafas” y traté de hacer otra cosa, pero no me salió. Uno siempre tiene la gallina de los huevos de oro, que puede ser objeto de tu amor o de tu sufrimiento o de lo que sea...y si es la mujer de un amigo, se pone un poco denso el asunto. Incluso me asumo como traidor. Sin embargo, yo no la deseaba. Era otra cosa, era una musa. No era que me la quería coger, no era ese el asunto. Era una cosa que podía ser o no, pero en este caso eso no tenia mucho que ver. A mi me deslumbraba su cerebro y el hecho que me dijera: “¡Salta!”.
Cuando todos te tiran para abajo, siempre hay alguien que te dice “seguí” o “saltá”, y es justamente todo lo contrario a lo que te dicen los demás. Como uno es antagónico, no le sirven para nada esos consejos, jamás les hará caso. Es como decir: podría irme a otro lado pero “alguien en el mundo piensa en mi”. Esa persona es Mónica, claro.
Charly Garcia


“Antología del Rock Argentino”Maitena Aboitiz. Ediciones B

Vas a matarme con tu forma de ser

“Yo vivía en un departamento con una amiga hermosa que se llamaba Susana Herrera, la cual me presentó a Charly Garcia en una fiesta en la que estaban Boy Olmi, Susù Pecoraro y compañeros de ella de teatro. Me había cruzado con Charly anteriormente, pero nada...
A esa fiesta fueron Charly y David Lebón a mostrar el primer demo del primer disco de Seru Giran. Yo era super fan de David, de quien tenia su disco solista, que se llamaba David Lebón.
David de había cortado el pelo. Entramos juntos a la fiesta en lo de Susana. Recuerdo que justo se me cayó una botella de vino y me encontraron en medio de un maremágnum, entre vidrios rotos. La cuestión es que David entró y se puso a tocar “Seminare”. Entonces le dije: “Che, que bien que cantás, pero porqué no te cantas una de David Lebon?”. Primer papelón, pedirle a David, sin haberlo reconocido por su cambio de look, que tocara un tema suyo”
“la mejor etapa de mi vida fue a comienzos de los 80’. Gracias a Daniel Melingo conocí a Vivi Tellas, que había empezado a dirigir a las Bay Biscuit. Ensayábamos todo tipo de números totalmente desopilantes, maravillosos e increíbles cuando nos convocaron para un evento llamado “Danza Abierta”.
Charly había ido a ese evento con Zoca y Daniel Grinbank. Como es un genio, un avanzado, dijo “quiero esto para mí”. Nos llamó para participar de los shows del teatro Coliseo en diciembre del 1981. Fue de manera informal. Nos llamó: “Hola, quieren venir a tocar?” Porque nada era serio, gracias a Dios, la pasábamos bien. Obviamente no había dinero ni nada, y nosotros fuimos.
Después de “No llores por mi, Argentina”, Charly nos presentó. Salimos a hacer “Marcianita”. La gente nos abucheó. Tenia que concentrarme para hacer el pasito y no me importaba el griterío porque era muy fuerte lo que pasaba. La gente no se daba cuenta de que si estábamos ahí era porque Charly nos había contratado. Ya conocía a los Seru Giran pero no era íntima, así que me encantaba estar con ellos en el show, saludarlos en el camarin y que se yo. Lo mas gracioso de todo fue la explicación que me dio Vivi Tellas: “el espectáculo no era el Coliseo, era un observador de lo que sucedió en el Coliseo, la gente abucheándonos y nosotros actuando”
Fabiana Cantilo


“Seru Giran. La historia” Walter Dominguez. Edit Planeta

El pueblo pide sangre

“Unos días después de regresar de La Falda, Charly Garcia viajó a Brasil para grabar un tramo de su nuevo disco. Las maquetas de Parte de la Religión que llevaba incluían la guitarra de David Lebón en dos temas y los caños de Daniel Melingo en otros dos. Todas las bases eran de Fernando Samalea, con quien Charly había armado el demo del disco en Panda.
Una vez en Brasil Charly grabó el “Rap de las hormigas” con Os Paralamas do Sucesso y “Símbolo de paz” con Paula Toler, la cantante de Kid Abelha. Luego se embarcó rumbo a Estados Unidos. En Nueva York, él y Samalea se alojaron en el Hotel Whashington Square, frente a la plaza y a tres cuadras del estudio Electric Lady.
Como en Clics Modernos, el productor fue Joe Blaney.
La idea de Joe era contratar un bajista pero Charly se fue una vez mas a la calle 47, compró un Rickenbaker y grabó todos los bajos. De algunas sesiones participó la rubia Cheryl, una de las chicas de kid Creole & The Coconuts. Fueron en total cuarenta días de trabajo muy intenso que incluyeron la producción fotográfica de la tapa del disco realizada por Uberto Sagramoso en una iglesia ortodoxa rusa. García volvió contento a Buenos Aires, con la preocupación de armar banda nueva para la presentación del disco que definió como “el mejor” de toda su vida.
Llamó primero a Fernando Lupano, que estaba viviendo en Comodoro Rivadavia, y luego a Fabian Quintiero. Alfie Martins, que había tocado con Miguel Zavaleta en Los Proxenetas Prófugos, llegó con su sampler a la casa de Garcia el domingo de Pascuas.
Por esos días un grupo de suboficiales del Ejército se había sublevado contra los mandos militares y el presidente Raúl Alfonsin. Esa tarde, el gobierno convocó por radio y televisión a la Plaza de Mayo. Charly, Gaby y Alfie se citaron con algunos otros músicos en el Hotel Castelar para asistir a la manifestación.
De camino hacia la plaza - se les habían sumado Miguel Zavaleta y Federico Moura - alguien le gritó a Zavaleta “Bien, Nebbia!” y todos se rieron. Luego escucharon el discurso que el presidente dió desde los balcones de la Casa Rosada.
- ¡Qué manera de arengar, loco! - exclamó García a propósito de la frase “Felices Pascuas” con la que el presidente coronó el discurso.
De regreso en el departamento de la avenida Coronel Diaz escucharon por la radio que en distintas plazas se se realizarían fiestas populares. Entre los músicos que tocarían se mencionaba a Charly.
- y ya que estamos, porqué no vamos? - dijo García. Llamaron a Pedro Aznar y a Moro pero no los encontraron. Al rato llegaron Hilda Lizarazu y Fernando Lupano, ya estaban Fernando Samalea y su novia Laurita. Ensayaron brevemente y se fueron a Barrancas de Belgrano.
Era la noche del 19 de abril de 1987.


“Corazones en llamas”. Laura Ramos / Cynthia Lejbowicz. Edit. Aguilar.

Gisofania

Muchos creen que Eiti Leda, uno de los temas mas bellos del rock nacional, fue escrito por Charly Garcia para su gran amor brasileño, Marisa Zoca Pederneidas. Sin embargo su origen se remonta mas atrás en el tiempo y su destinataria es otra de las grandes musas del músico, Maria Rosa Yorio.
Garcia compone el tema, al que titula Nena, a finales del año 1974 inspirado en Maria Rosa Yorio y lo presenta en publico en el recital que brindó Sui Generis en el marco del lanzamiento de Pequeñas anécdotas sobre las instituciones como un adelanto de lo que seria Ha sido, una placa que nunca vería la luz porque el conjunto se disolvería poco tiempo después de ese show. Así que el primer registro de la canción quedo en Adiós Sui Generis pero no tuvo mucha repercusión.
La composición reapareció, rebautizada Eiti Leda, en 1978 en el primer álbum de Seru Giran. El nuevo nombre, de sonido mas tropical, engañó a muchos y los hizo pensar que el tema era para Zoca. En 1999 Garcia le confesaría al diario Clarín que Seru Giran es un termino sin sentido pero que “Eiti Leda” es una frase “en un idioma completamente ficticio” que quiere decir “Coca Cola”.


“Quien es la chica”. Agustina Larrea / Tomas Balmaceda. Reservoir Dogs

No era lo que tenia que ser


“Estaba ensayando en mi casa de Villa Adelina junto al coro del grupo MIA y Luis Alberto Spinetta, que iba a participar de nuestro ciclo de conciertos en el (Teatro) Santa Maria del Buen Ayre. Entre las canciones que compartiríamos en ese show estaba De tu alma, que luego se llamó Quedandote o yendote, en ese momento un inédito de Luis Alberto y Dylan Martí. Quedaba hermoso con coro. Imaginá la escena, estábamos tocando el cielo con las manos. En eso suena el teléfono ¡y era Charly! Mi corazón se aceleraba de emoción como nunca. Tenía 15 años: Luis Alberto al lado mío y Charly al teléfono. Qué quería Charly? Me decía que quería hacer el primer show de Serú en Obras con un CP70 y los únicos que teníamos ese piano éramos Horacio Salgán y los Vitale. Me ofreció alquilármelo y yo le expliqué que todavía lo estábamos pagando en cuotas y que lo cuidábamos como oro. Con todo el dolor del alma le dije que no, aunque quedó todo bien. Y al instante Charly se fue a lo de Felipe (Rozenmuter), en aquel momento importador de Yamaha, y se compro uno.
Fuimos al Obras a escuchar ese histórico concierto y cerca del final ya estaba Charly ¡saltando arriba del piano! La miré a Vero Condomi (en aquel momento mi novia) y le dije:”que bueno que no se lo alquilé”
Lito Vitale


“Esta noche toca Charly”. Roque Di Pietro. Gourmet Musical

viernes, 21 de septiembre de 2018

Solo quiero ser un enfermero.

Ese 23 de noviembre de 1991, partimos en la tradicional combi blanca de Sergio, junto a una larga caravana de autos. Nuestro inigualable chofer acostumbraba oficiar de disc jockey ambulante con el pasacasetes. Tenía la delicadeza de poner “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi después de los shows, guardándose los de Blind Faith o Led Zeppelin para otras ocasiones. Charly practicaba lo que él mismo llamaba “Car Surfing”, subiendo al techo en pleno movimiento.
—Unos hacen windsurfing y otros surf. Yo hago car surfing. Dicen que los Enfermeros no son adeptos al deporte. ¡Nada más lejano a la realidad! Ludovica Squirru se sumó a la manera de compañía célebre y luminosa, deleitándonos con ocurrencias rumbo al Teatro Ateneo del partido de San Martín. —Esta camioneta tiene buen prana —fue su slogan inicial, ni bien traspasar la puerta blanca corrediza y ocupar uno de los asientos de la ventanilla. Escucharla era un placer. Contó algunos pormenores de su viaje iniciático a China, tres años atrás, entregada al Tao en soledad, atravesando Europa hasta el único gran estado que, como tal, ha durado desde la antigüedad hasta nuestros días. Y de sus tiempos como actriz y guionista televisiva junto a Tato Bores. En el concierto, habíamos incluido temas nunca tocados previamente, o no tocados desde hacía mucho tiempo, como “Peluca telefónica”, el instrumental “Pubis angelical”, “Mister Jones”, “Canción de 2x3” o “Inconsciente colectivo”. —Cuando me dejaron salir de la clínica, primero me escondí detrás de los vidrios polarizados del auto, luego comencé a bajar la ventanilla de a poquito, para sentir la onda de la calle, ver las chicas, y dejar atrás el ensimismamiento — decía García desde el asiento del fondo de la camioneta, más serio que de costumbre. Con su internación, había quedado una sensación de “caza de brujas”. A Maradona le habían hecho algo similar, y nadie que atesore fama estaba exento de sufrir algo así. Una enorme cantidad de gente viajó desde la Capital, para presenciar su emotivo regreso con gloria a los escenarios, que derramó lágrimas de melancolía. —¡Están locos, pero gracias!—dijo el Artista al despedirse. Una semana después se repitió el rito, esta vez en dos funciones en el Teatro Bristol de Martínez, sobre la Avenida Santa Fe al 1800. Estrenamos una suerte de popurrí con “El fantasma de Canterville”, “Boletos, pases y abonos” y “Bubulina”, de La Máquina de Hacer Pájaros.
“Que es un long play”. Fernando Samalea. Edit. Sudamericana

viernes, 14 de septiembre de 2018

Solo un poquito no mas

“Mi vieja tenia unas primas que eran mas jóvenes que ellas. Como eran solamente un poco mayores que yo, yo les decía “mis primas”. Te estoy hablando de los 70’s. A principio de los 80’s dos de ellas, Laura y Maricel vivieron el renacer del rock argentino que llegó después de la dictadura. Mis primas trabajaban para Charly Garcia. La primera vez que escuche un disco de Charly, en realidad yo estaba escuchando el disco del jefe de mis primas. Yo tendría 10, 12 años. En realidad no era un disco, era un TDK que me había regalado Maricel en la Navidad del 82’. Habia canciones de las 3 bandas que había liderado Charly hasta entonces y unas poquísimas canciones de su primer disco solista, que todavia no había aparecido.
“Esta es la música que hace Carlitos”- me dijo Laura. Mis primas le decían “Carlitos” y hablaban de él como cualquier persona normal habla de un jefe indomable. Me contaban que era insoportable, que se olvidaba todo, que ellas a veces tenían que pagar sueldos, limpiar habitaciones, despertarlo para un recital. Pero al mismo tiempo eran fanáticas de esa música y de ese tiempo histórico del que a mi me contaban unos pedacitos. Mis primas padecían al jefe, se agobiaban con el hombre, pero adoraban al músico.
Ese casette TDK, lleno de canciones de Charly, me dinamitó la cabeza a los 12 años. Fui devorador de esa música como casi cualquier adolescente argentino de ese tiempo. Lo único diferente fue la existencia de mis primas, que una vez al mes me ponían al corriente de datos escritos que solamente conocía el entorno. Que “Charly se burlaba de Pedro Aznar porque tomaba leche”, que “con Spinetta había una guerra de egos”, que “casi siempre estaba peleado con su madre y con su hermana”. Esa clase de pelotudeces me contaban.
Cuando ya era mas grandecito y mis viejos me dejaban ir solo a Buenos Aires, mis primas me conseguían entradas para conciertos. Ahí las pude ver en acción. Ellas estaban siempre del otro lado de las vallas, con los músicos, con carpetas, con los cables, con auriculares. Nunca supe exactamente que eran ni que hacían, pero en el circulo musical de entonces todo el mundo las llamaban “Las Lopez”.
Una tarde llegue a casa de mis primas y había una señora tomando mate con ellas. “es Carmen”, me dijo Maricel, la mama de Carlitos. Y ahí estaba la madre de Charly, hablando pestes de su hijo mientras mis primas la consolaban. Yo no recuerdo en que año fue esto, pero no fue mucho antes de que Maricel se enfermara muy gravemente.
Una tarde Laura me llamó por teléfono y me dijo que su hermana Maricel tenia una enfermedad gravísima y que solamente podía salvarla una operación en Norteamérica. estaban empezando a juntar plata y necesitaban manos amigas. Fui a su casa, estaba llena de gente. Charly y muchos otros músicos habían organizado un recital en Palladium. Toda la recaudación iría para la operación de Maricel. No cobraba nadie. Ni los músicos, ni los sonidistas, ni el alquiler de la sala. Nadie. Nosotros estábamos ahí para llevar las gacetillas a las radios. Por supuesto también estuvimos ahí el 7 de julio del 89’ para disfrutar de uno de los conciertos mas íntimos de finales de la década.
La recaudación alcanzó para el viaje y la operación de Maricel. Mi prima voló a Houston dos meses mas tarde, ya cuando se le acababa el tiempo. Esa operación le dió algunos años de sobrevida”.
Hernan Casciari
“Perros de la Calle”. Radio Metro.

Saben los que te conocen...

Esta me la contó Maria Eva Albistur. Habían ido a Texas a encontrarse con Pete Townshend pero terminó todo medio en la nada. María Eva lo acompañó y fueron a Houston a embarcar en el vuelo de regreso y a Charly no lo dejaban porque se ve que estaba muy pasado. El paramédico, para comprobar su estado le dice, “A ver, que día es hoy?”. Y Charly no tenía idea, no sabia ni que fecha era. Y el paramédico insistía. Y Charly le dice: “yo no sé que día es hoy , pero ¿vos sabés como se llama el guitarrista de los Who?”
Fernando Kabusacki
“100 veces Charly”. José Bellas / Fernando Garcia. Ediciones B

En que perdiste tanto tiempo?

“Una semana después de las presentaciones de la Negra, Seru Giran anuncia su despedida con un show en Obras. Se me ocurrió que, siendo el ultimo show de Seru, no podíamos dejar de grabarlo. Cuando le propuse la idea a Daniel Grinbank, se puso blanco. “Cómo no se me ocurrió”, dijo. Inmediatamente nos pusimos en marcha, quedaban muy pocos días para organizar la grabación.
De ese show salió el disco No llores por mi, Argentina, que también fue uno de los mas vendidos ese año, aunque para mi gusto se retocó demasiado en estudio, al punto de que lo único que quedó de la grabación original es la batería y el público.
Ese es un riesgo que muchas veces se corre ante la posibilidad de retocar las grabaciones; como todo esta preparado uno dice bueno, cambiemos esa guitarra, cambiemos esta voz, cambiemos el teclado. Al final se termina desvirtuando el sonido , empiezan a incorporarse registros que tienen otra calidad, otra limpieza, muy diferentes de lo que es el original en vivo, con lo cual ya no pega con lo que está grabado. Entonces al final se termina reemplazando todo, que fue lo que sucedió ahí. De todas maneras el disco fue un éxito impresionante y generó toda una moda de grabaciones en vivo”.
Gustavo Gauvry
“Del Cielito. el sello del rock”. Candelaria Kristof.

viernes, 24 de agosto de 2018

Yo nací para mirar...

Por esos tiempos los Rolling anunciaban su regreso después de varios años. Steel Wheels era el disco que los juntaba una vez mas, desterrando la idea de la separación. Fue entonces que el diario Clarin le ofreció a Charly ir a cubrir la gira, que empezaba en Filadelfia , Estados Unidos. Como Charly nunca quiere viajar solo, volvió a pedirme que lo acompañara. No dudé ni un segundo. Otra vez a Nueva York con todo pago y a ver a los Rolling Stones por primera vez. Que regalito!
Nos alojamos en el mismo hotel de siempre. Al otro día teníamos que tomar el tren que sale dela Madison Square Garden para viajar a Filadelfia; pero pasó lo que muchas veces pasaba en esos viajes con él; cuando llegó la hora de salir para el recital, Charly estaba durmiendo y no hubo manera de hacerlo arrancar. Así que tuve que ir solo. Viajé un par de horas y llegué solo con la dirección del hotel donde tenia que acreditarme.
Después de comer volví a la estación para esperar a Charly. No estaba seguro de que llegara pero al final apareció con Maria Mera Figueroa, una de sus amigas que vivía en Manhatthan.
Con la adrenalina a full, fuimos al estadio. La escenografía era impactante, la gente estaba como loca y yo no podía creer todo lo que veía. Charly - que no es como el resto de los mortales - estaba tranquilo, en otro plano, mirando todo con atención. Era raro verlo como audiencia, sin ser el centro del mundo. Estábamos bien ubicados, en un lateral.
Cuando aparecieron los Rolling no entendíamos nada. La gente estalló. Jagger se comía el escenario y Richards riffeaba tal cual; pero, al quinto tema se cortó la luz del escenario y se suspendió el show por un rato. Según Bernard Fowler, si corista y a quien conocí años después fue la única vez que pasó algo así en un recital de los Stones.
A los quince minutos volvieron y la rompieron hasta el final. Al otro día nos llamaron de Clarín: Charly les contó algo y me pasó el teléfono . Las dos columnas salieron publicadas en el Suplemento Si! del día siguiente.
“I’m Zorry”. Fabian Von Quintiero. Edit. planeta

martes, 21 de agosto de 2018

Bienvenidos a la ruta perdedora

“Una vez que Color Humano se separó, mi amigo Juan Carlos Blardone me invitó a algunos shows con el objetivo de que estuviese activo y no me perdiera del mapa, como para que no me sintiera tan fuera de la cosa. Fue así como terminé como plomo de La Maquina de Hacer Pájaros, el grupo de Charly García, a quien yo conocía de Sui Generis. Es más, recuerdo que la primera vez que él tomó merca fue entre la primera y la segunda función de Adiós Sui Generis, y no diré quién lo habilitó porque si bien ya no vive, me parece que es una carga muy pesada aún para un muerto.
Hice pocos shows con ellos, pero los que vi fueron demoledores, tremendos. Todos tocaban muy bien. El único quilombo grande que tuve en mi vida con los milicos en la Argentina fue en un show de La Maquina de Hacer Pájaros en Tucumán, que en esa época era territorio militar. Nos pararon en un retén y nos hicieron bajar todos los equipos, revisaron absolutamente todo, y mientras lo hacían nos hicieron acostar boca abajo con las manos en la nuca. No sé si buscaban drogas o armas, pero no encontraron nada. Teniamos un paquete de faso importante, casi del tamaño de un ladrillo en la luneta de la camioneta: estaba tan a la vista que no lo vieron.”
Peter Deantoni
“Pappo. Made un USA. En la ruta del delirio”. Peter Deantoni. Edit Planeta

sábado, 11 de agosto de 2018

Yo forme parte de un ejercito loco

Un mes antes de los conciertos del Luna Park, Sui Generis tocó en Montevideo. Pese a que la censura los había obligado a dejar de lado en su último disco de estudio los temas “Juan Represión” y “Botas locas”, este último seguía figurando en la lista de temas de los recitales. En Uruguay la dictadura militar no dejaba resquicio por donde pudiera colarse un poco de libertad, y el show de Sui Generis fue seguido con especial atención por la policía (para “garantizar el orden”) y los servicios de inteligencia. “Botas locas” fue la señal que esperaban para arrestarlos. Escucharon la letra, vieron la repercusión que despertó y procedieron.
Rinaldo Raffanelli no se lo olvida más. “Fueron presos hasta los equipos. Después nos hicieron declarar a todos por separado. El primero en ir fue Charly, que cuando volvió nos hizo señas de que dijéramos que no sabíamos las letras. Va Juan Rodríguez y cuando le preguntan por la letra de los militares dice que es el baterista y no canta. Yo hago lo mismo, digo que toco el bajo, y Nito dice que toca la flauta. Después nos soltaron a todos. Cuando estuvimos lejos le preguntamos a Charly qué era lo que había hecho. El Flaco les cambió toda la letra de ‘Botas locas’ y les hizo creer que era un tema nacionalista. En vez de ‘si ellos son la patria, yo soy extranjero’ les dijo ‘si ellos son la patria, yo me juego entero’. Fue increíble, lo hizo todo en el momento y sin consultarnos. La sangre de pato de García nos salvó la vida”.
Rinaldo Rafanelli
“No digas nada. Una vida de Charly Garcia”. Sergio Marchi. Edit. Sudamericana

viernes, 3 de agosto de 2018

Si

“Los cuarenta los cumplí en lo de León Gieco, que me hizo una fiesta increíble”. “Él quiso que fuera en casa - revela Alicia, mujer de León -, Zoca le dijo que había una quinta, otro lugar y lo de León. Y él quiso venir a casa. Y fue con Zoca que el día anterior organizamos todo. Apenas llega - cuenta León - se toma un vaso de vino blanco gigante. Yo le dije: “Charly, hermano, acabás de salir de la clínica”. “Está todo bien León, esto sí lo puedo tomar, me dieron permiso”. Lo primero que hizo fue tocar el piano con los Beatles que estaban de fondo.No sabés los arreglos: los Beatles, pero más lindos todavia. estaban todos: Fito, Fabiana Cantilo, los músicos de Charly, su familia, Ludovica Squirru que le regaló una torta con un gato de metal, y muchos otros”. Sigue León: “Charly se fue en un auto a las seis de la mañana con Zoca, Anibal Forcada y Facundo Ramirez, hijo de Ariel Ramirez, que tiene oído absoluto como Charly. García se llevó una botella de whisky que estaba por la mitad. La tocó para ver en que tono estaba, y Facundo le dijo que estaba en Si. “Andá, pelotudo - le dijo Charly - estás loco: esto es un Si bemol”. Discutieron y se fueron a lo de Charly para ver qué nota era. Antes de bajar, se dió cuenta de que se había equivocado y que iba a perder la discusión, y sin que Facundo se diera cuenta, cuando bajó del auto tiró un poco de whisky para que bajara el tono de la botella”
“León Gieco. Crónica de un sueño”. Oscar Finkelstein / León Gieco

viernes, 27 de julio de 2018

Cretino

“Con Charly Garcia no trabajé casi nunca, salvo esas fechas que mencioné con La Maquina de Hacer Pájaros, pero siempre tuve buena onda con él. Me lo encontré cuando tocó en un show de los Ratones Paranóicos en el Luna Park, en el que Juanse puso juntar a Charly y Spinetta. Garcia me dijo: “Te acordás, Peter? Acá comenzó todo”. Se la cacé al vuelo: hablaba de aquel show en el que Sui Generis se despidió del público, mas conocido como Adiós Sui Generis. Mas adelante, tuve bajo mi supèrvisión a su hermano, el facellido Quique, que trabajaba en las oficinas de Daniel Grinbank como manager de Púrpura, la banda de Leonor Marchesi.
Enrique Garcia tenía un amor desmedido por Púrpura. Era un tipo muy campechano, muy buena onda. Y en esa época, Charly también era un poco así. Salvo aquel día...
Fue su despedida inolvidable de Daniel Grinbank con quien nunca mas volvió a trabajar. Me acuerdo que Olga Gatti abrió la puerta de mi oficina y me gritó:
- ¡Peter! ¡Salí y paralo!
- ¿de qué me hablás? - le pregunté
- Salí a ver, por favor.
Charly había entrado hecho una tromba munido de dos aerosoles de pintura. Yo abrí la puerta de mi oficina, lo saludé y él contestó: “Peter!”. Me dió un abrazo y dibujó muy prolijamente una clave de sol en mi puerta. Grinbank estaba encerrado en su oficina y no salía. A él le hizo todo un mamarracho con el signo pesos por todos lados. Me quedé pensando que, según su simbología, yo era la música y el otro la guita. El agravante fue que la oficina estaba impecable; durante un viaje de Grinbank, quedó a cargo Pepe Vinci (otro mánager que trabajaba en la agencia, ya fallecido), que con plata ajena hizo del lugar una cosa muy glamorosa. Charly sabía dónde pegar; había vuelto de los Estados Unidos y le llevó el disco a Daniel para que lo escuchara en el acto. Era Piano Bar, si mal no recuerdo; Grinbank no quiso o no pudo escucharlo con la premura que Garcia requería y todo se puso multicolor. Una tormenta de aerosoles.”
Peter Deantoni.
“Pappo Made in USA. En la ruta del delirio”. Peter Deantoni. Edit Planeta

Algún día vas a ver al cretino gritar