sábado, 27 de octubre de 2018

El pueblo pide sangre

“Unos días después de regresar de La Falda, Charly Garcia viajó a Brasil para grabar un tramo de su nuevo disco. Las maquetas de Parte de la Religión que llevaba incluían la guitarra de David Lebón en dos temas y los caños de Daniel Melingo en otros dos. Todas las bases eran de Fernando Samalea, con quien Charly había armado el demo del disco en Panda.
Una vez en Brasil Charly grabó el “Rap de las hormigas” con Os Paralamas do Sucesso y “Símbolo de paz” con Paula Toler, la cantante de Kid Abelha. Luego se embarcó rumbo a Estados Unidos. En Nueva York, él y Samalea se alojaron en el Hotel Whashington Square, frente a la plaza y a tres cuadras del estudio Electric Lady.
Como en Clics Modernos, el productor fue Joe Blaney.
La idea de Joe era contratar un bajista pero Charly se fue una vez mas a la calle 47, compró un Rickenbaker y grabó todos los bajos. De algunas sesiones participó la rubia Cheryl, una de las chicas de kid Creole & The Coconuts. Fueron en total cuarenta días de trabajo muy intenso que incluyeron la producción fotográfica de la tapa del disco realizada por Uberto Sagramoso en una iglesia ortodoxa rusa. García volvió contento a Buenos Aires, con la preocupación de armar banda nueva para la presentación del disco que definió como “el mejor” de toda su vida.
Llamó primero a Fernando Lupano, que estaba viviendo en Comodoro Rivadavia, y luego a Fabian Quintiero. Alfie Martins, que había tocado con Miguel Zavaleta en Los Proxenetas Prófugos, llegó con su sampler a la casa de Garcia el domingo de Pascuas.
Por esos días un grupo de suboficiales del Ejército se había sublevado contra los mandos militares y el presidente Raúl Alfonsin. Esa tarde, el gobierno convocó por radio y televisión a la Plaza de Mayo. Charly, Gaby y Alfie se citaron con algunos otros músicos en el Hotel Castelar para asistir a la manifestación.
De camino hacia la plaza - se les habían sumado Miguel Zavaleta y Federico Moura - alguien le gritó a Zavaleta “Bien, Nebbia!” y todos se rieron. Luego escucharon el discurso que el presidente dió desde los balcones de la Casa Rosada.
- ¡Qué manera de arengar, loco! - exclamó García a propósito de la frase “Felices Pascuas” con la que el presidente coronó el discurso.
De regreso en el departamento de la avenida Coronel Diaz escucharon por la radio que en distintas plazas se se realizarían fiestas populares. Entre los músicos que tocarían se mencionaba a Charly.
- y ya que estamos, porqué no vamos? - dijo García. Llamaron a Pedro Aznar y a Moro pero no los encontraron. Al rato llegaron Hilda Lizarazu y Fernando Lupano, ya estaban Fernando Samalea y su novia Laurita. Ensayaron brevemente y se fueron a Barrancas de Belgrano.
Era la noche del 19 de abril de 1987.


“Corazones en llamas”. Laura Ramos / Cynthia Lejbowicz. Edit. Aguilar.

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Algún día vas a ver al cretino gritar