miércoles, 28 de noviembre de 2018

Escucho el beat de un tambor

Fueron exactamente diez días de grabación en Buenos Aires. Llegamos con unas maquetas que había hecho Charly en su casa y empezamos a trabajar sobre los temas que estaban bastante claros, en general. Nos conseguimos una evolución de la famosa Drumulator que era la SP12, la misma marca pero un modelo más moderno. También conseguimos unos samples mágicos de batería, que son los que se escuchan en casi todo el disco, y que no me acuerdo de dónde salieron. El dueño del estudio dijo un día: “Pasó Ricardo y te dejó esto”. Y yo pregunté: “qué Ricardo?”. “No sé, un muchacho que dijo que no sabia si te ibas a acordar, pero que te dejaba esto”. Pero igual miré. Eran diskettes. Puse el primero y no podíamos creer el sonido que salia de ahí adentro. Fue magia”
“Rec & Roll. Una vida grabando el rock nacional”. Mario Breuer. Edit. Aguilar

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Algún día vas a ver al cretino gritar