jueves, 7 de diciembre de 2017

Nuevos Trapos

“Acá hay una pija, la viste?. Justo ahí, detrás del Modern Clix pintado en una pared de un callejón del Soho neoyorkino. “del Soho Soho, no del de Palermo Bagdad”, dice Charly. Ahi, en la tapa de Clics Modernos, escondida entre grafittis, efectivamente, hay una pija, quien lo hubiera dicho?
Esta fotografía que hoy es un clásico del rock argentino explota en mil astillas con brutalidad creativa. Tanto así que, en 1983, logró que Garcia cambiara el titulo de su segundo álbum solista, el disco grabado en Nueva York bajo las ordenes de Joe Blaney (productos de The Clash) y que modificó para siempre el sonido de los años 80.
“Con Clics Modernos Charly hizo ingresar al mundo pop la tecnología de una manera formidable. Hay algo en esa frialdad tecnológica que es de una osadía muy original. Esas baterías. Un concepto lisérgico, novedoso, frío. No fue el ingreso a los ochenta...con ese disco Charly ingresó al futuro - dice Fito Paez -. Y encima estaba esa foto de él, con el pelo corto, tan moderno”.
“El titulo final del disco surgió de la foto, de esa imagen - recuerda el fotógrafo Uberto Sagramoso -. Primero se iba a llamar Nuevos Trapos. Yo vivía en Manhattan y cuando Charly llegó para hacer la tapa, ya tenia un callejón en mente para hacerle una buena sesión fotográfica. Lo llevé y le hice escribir el titulo con un aerosol porque, en ese momento, el grafitti había explotado como arte callejero en Nueva York. Cuando terminamos, le pregunté: “que te parece si hacemos un par de tomas mas, ahí, junto a esa figura negra?” Todo el callejón estaba grafiteado. Cuando revelamos los rollos, la vimos y ni dudamos; era ésa y el titulo tenia que ser Clics Modernos, que ya estaba incluido en la foto”.
En ese pedazo de pared inmortalizada en la portada, ademas de Charly (y de la pija) hay rastros de otros tres artistas de vanguardia de la década del 80, miembros tácitos de la honorable escena cultural neoyorkina.
Está la figura negra del hombre de corazón blanco, que por aquella época cubrió las paredes de Manhattan y que años mas tarde termino en las galerías de arte mas prestigiosas de la ciudad. Está la firma de Zephyr, una leyenda del grafiti estrechamente ligada a la entonces emergente escena hip hop. Y allí esta finalmente Modern Clix, un grupo new wave que por 1983 daba sus primeros pasos en locales oscuros y sucios del Soho.
Con éste álbum Charly Garcia se recibió de moderno. “Fue la primera vez que trabajé con samplers y emulators -señaló Blaney -. Pero lo que mas me sorprendió fue el vocabulario musical que Charly tenia en la cabeza. Era simplemente el hecho de escuchar un sonido y después, sin pensar, tocar exactamente como si fuera jazz clásico.”
“A todo volumen. Historias de tapas del rock argentino”. Sebastian Ramos

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Algún día vas a ver al cretino gritar