viernes, 17 de enero de 2020

Comida, no hay mas!

“La primera vez que lo ví en la clínica fui solo. Entré en una pieza que era como una celda, con barrotes incluidos. Charly estaba en un planeta lejano, muy medicado y lento. Yo le había llevado un teclado y auriculares. El tenia una guitarra acústica.
Estuve un rato. Me tocó dos temas que había compuesto con una voz balbuceante y movimientos lentos. Uno lo entendí y el otro no. El primero se me pegó en el momento. Cuando me iba le pregunté si quería que le llevara algo de comer.
- Mataría - respondió.
Le conté que había abierto un restaurant nuevo, le prometí que le llevaría ravioles con pomodoro.
La siguiente vez fui con Samalea. le llevé los ravioles de ricota y berenjenas que le habían dedicado los muchachos de Bruni. El tipo de seguridad de la clínica nos miró con sospechas.
- Que traés en esa fuente?
- Ravioles - contesté
Ahí nomás me abrió el plato que venía envuelto con papel aluminio y los revisó como si estuvieran escondida alguna cosa. Lo miré y le dije: “no son ravioles paranoicos”.
Era lo que le había prometido a Garcia. Lo dije con ingenuidad. “Ravioles” no es una oportuna en un lugar como ese. Cuando finalmente nos dejaron entrar, Charly se los devoró”.
“I’m Zorry” Fabian Von Quintiero. Planeta. 2014

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Algún día vas a ver al cretino gritar