lunes, 19 de junio de 2017

Amigo, desde siempre fui igual

Para uno de esos recitales en Luz y Fuerza invitamos a Miguel Krochik (con los años se convertirá en dueño de los estudios de grabación Panda) y a Sui Generis. El recital lo iba a abrir Krochik, después tocaba Sui Generis y al final tocaban Miguel y Eugenio y yo, que éramos algo así como los legítimos dueños de la pelota. Pero cuando llegó el momento de la entrada de Sui Generis apareció el Gordo Pierre (Pierre Bayona, manager del dúo y personaje mítico en la historia del rock nacional) y nos dijo que no podía encontrar a Charly por ningún lado y que sin él no era posible salir a tocar. “Que querés que haga? Toquen ustedes”, me dijo. Por supuesto, cuando terminamos apareció Charly, que se había escondido para reservarse el cierre del recital, por consejo de Pierre.
Esto quiere decir que Charly viene haciendo lo mismo desde esa época y lo peor de todo es que uno no puede enojarse con él, porque siempre le quedó bien hacer este tipo de cosas. El recital lo habíamos organizado nosotros, ellos no habían hecho nada pero habían conseguido cerrar el espectáculo. Esa fue la primera vez que escuche a Sui Generis. Cuando lo ví tocar a Charly pensé: “este es un genio. Yo algún día quiero tocar con este tipo. Voy a armar una banda para que me acompañe y el tecladista va a ser Charly”. Que iluso. A partir de ahí empezamos a ser amigos y a compartir un montón de experiencias artísticas y personales. Hasta hoy.”
“Leon Gieco. Crónica de un sueño”. Oscar Finkelstein / Leon Gieco. Edit. Planeta

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Algún día vas a ver al cretino gritar