lunes, 20 de marzo de 2017

Juntos a la Par


“Nosotros fuimos los únicos que logramos que Charly y Pappo estuvieran en un mismo sitio sin cagarse a piñas - dice Sarcófago -. Cuando estaban con nosotros ninguno de los dos hacia el bardo que se suponía que tenían que hacer. Y la pasábamos muy bien”. A los Ratones Paranoicos les costó ese Unplugged por la sencilla razón de que su música estaba basada en la electricidad, y si bien podía trasladarse a un formato acústico , no les resultaba fácil esa transformación. Pero cuando invitaron a Pappo al escenario, su mortífero slide los ayudo a descongelar el ambiente. Y cuando subió García, fue como si les hubieran cambiado el motor: Pappo y Charly eran dos turbinas muy poderosas. Los dos eran poseedores de un enorme carisma, y ambos sostuvieron un comportamiento ejemplar , arriba y abajo del escenario.
Después, o al día siguiente, todos fueron a zapar a un boliche en Key Biscaine. Estaba casi amaneciendo mientras esperaban el transporte de regreso al hotel que se había demorado. Estaban cansados, en la calle, y de pronto, Charly le dice al Carpo apuntando a las edificaciones cercanas:
- Che, Pappo, que cambiado que esta Ramos Mejía!
Pappo no pudo contener una sonora carcajada, ya que Ramos Mejía y Miami tienen algunas similitudes edilicias, pero nadie había articulado ese pensamiento en voz alta. “A partir de ahí, lo empecé a entender a Charly” aseguró.



“Pappo el hombre suburbano”. Sergio Marchi. Edit. Planeta

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Algún día vas a ver al cretino gritar