viernes, 4 de mayo de 2018

De vez en cuando escuchas aquella voz

“El gran encuentro entre ellos fue en el escenario del Opera, durante los conciertos de regreso del exilio, cuando la Mamá hizo esa versión tremenda de “Cuando yo me empiece a quedar solo”, del segundo disco de Sui. Ahí comenzó la amistad y Mercedes se dedicó a estudiar más el repertorio de Charly, mientras él buscaba la manera de encontrarse con ella aunque mas no sea a tomar café en su casa.
Cada vez que lo invitábamos a un concierto, Charly se metía en el camarín de la Mamá y se quedaba ahí con ella, callado y fumando. Cuando charlaban, podían hablar de cualquier cosa y era hermoso verlos en esa situación. En uno de esos encuentros, en algún camarín, surgió la idea de grabar juntos un disco. Para la Mamá era muy divertido trabajar con Charly porque era como estar en el aire todo el tiempo: con él nunca hay un piso y en términos creativos es fascinante. En su relación había amor, pero también mucho respeto artístico y creativo. Hace unos años, cuando nos vimos para los testimonios de la película Mercedes Sosa, la voz de Latinoamerica, Charly me llamó a un costado y me dijo: “Disculpame, Fabianchu, pero yo tengo que decirte que con Mercedes nosotros éramos novios...Pero, se entiende, novios de construir algo, de pensar algo conjunto, de tener una afinidad”. El lo veía así y esta muy bien, porque con ella eliminó todas las barreras. Creo que, en el fondo, la Mamá era un bálsamo para Charly. Un cable a tierra que perdió cuando ella se fue”
Fabian Matus
“Mercedes Sosa. La mami”. Fabian Matus. Edit. Planeta

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Algún día vas a ver al cretino gritar